En el próximo congreso del PS francés se decidirá el futuro político de Mitterrand

«Contrariamente a lo que pretenden hacer creer algunos pensadores de la dirección, Mitterrand continúa siendo el jefe indiscutido para los militantes del Partido Socialista», le aseguró anoche a EL PAÍS un colaborador del primer secretario del PS francés, respondiendo con ello a los comentaristas y medios políticos galos que, en vísperas del congreso nacional del partido, estiman que al «De Gaulle de izquierdas» le ha llegado, quizá, la hora del relevo.

El socialismo francés vive una nueva encrucijada determinante de su historia. Así parecen evidenciarlo los preparativos de su primer congreso nacional tras la derrota, en marzo del año pasado, de la que fue la Unión de la Izquierda, y el hecho que se revela como el más espectacular de este momento crítico: el tambaleo de la figura de Francois Mitterrand, el hombre que, desde hace tres lustros, se lo había jugado todo políticamente a la baza de la alianza con los comunistas.Durante el último fin de semana, el comité director del PS registró definitivamente todas las «contribuciones» (textos de orientación de las diversas tendencias y corrientes del partido), de las que saldrán las mociones definitivas que se discutirán en el congreso nacional, a celebrarse en la ciudad de Metz del 6 al 8 de abril.

Quince grupos diferentes

En total, quince textos diferentes, representando a otras tanta corrientes o subcorrientes, intentan aportar ideas en vista de una doctrina, de un programa, de un, proyecto político, en suma, que remplace al al Programa Común de la Unión de la Izquierda, que le sirvió de plataforma electoral durante los últimos siete años.La atomización ideológica de PS no es tanvoluminosa como lo indicarian sus quince textos doctrinales, pero sí es cierto, como lo reconocen los mismos dirigentes socialistas, que tanta diversidad no es sólo consecuencia del funcionamiento democrático de partido, sino también de divergencias de fondo entre las ten dencias más representativas del PS.

Tres grandes corrientes

Tras la decantación, querellas discusiones y guerras fratricidas a las que dio origen la derrota «histórica» de marzo del 79 en vísperas del congreso de Metz, se configuran tres grandes corrientes: la mitterrandista, la encabezada por Michel Rocard y Pierre Mauroy y la que encarna el ala izquierda del partido, el CERES (Centro de Estudios, de Investigaciones y de Educación Socialista).Este último grupo ha estallado últimamente en tres subcorrientes, que serían minoritarias. De todas formas, el CERES (25 % de los militantes, aproximadamente) se aliaría a los partidarios del señor Mitterrand. Así, en definitival es posible prever que, en el congreso de Metz se confronten dos grandes tendencias: la de Rocard-Mauroy y la de «izquierdas», encabezada por el actual primer secretario, partidaria aún de la alianza con los comunistas, europeísta pero a distancia respecto al giscardismo y, en el plano económico, defensora de la ruptura a toda costa con el capitalismo por medio de las nacionalizaciones.

El fenómeno realmente nuevo de cara al congreso, que confirmará o eliminará definitivamente al señor Mitterrand, lo constituye la ruptura con este último del alcalde de Lille, Pierre Mauroy, y su alianza con el otro dirigente del partido, señor Rocard.

Este tándem pretende encarnar el «nuevo socialismo», calificado de «derechista» o de «izquierda americana» por los mitterrandistas y defensor de un PS autónomo respecto de los comunistas, partidario de Europa sin escrúpulos de giscardismo y «realista» en materia económica, lo que significa que los señores Mauroy y Rocard no temen a la economía de mercado como instrumento posible para avanzar hacia el socialismo.

La derecha y el presidente de la República en particular se manifiestan «interesados» en el desconcierto de la izquierda, acentuado con el «repliegue de carácter estalinista» del Partido Comunista francés.