Fondos secretos del Gobierno alemán para combatir el izquierdismo

El Ministerio del Interior de la República Federal de Alemania ha reconocido que parte de su presupuesto se destina a apoyar a determinadas organizaciones que se comprometen, a cambio de esta ayuda, a organizar cursos o seminarios orientados a disuadir a la juventud alemana de cualquier giro izquierdista en su participación política. El Ministerio ha añadido que este destino de «fondos reptiles», iniciado en 1951, quedará sin efecto a partir de la discusión del próximo presupuesto. Esta ayuda se deducía del presupuesto asignado a la policía política o departamento para la defensa de la Constitución. El pasado jueves, el diario liberal Frankfurter Rundschau denunció esta irregularidad, y citaba, como organizaciones beneficiadas por el estipendio, a varias agrupaciones estudiantiles, los sindicatos cristiano-demócratas y la fundación Friederich Ebert, del Partido Socialdemócrata, que habitualmente invita a visitar la RFA a periodistas extranjeros. Entre las agrupaciones que, taxativamente, no han recibido fondos provenientes del Departamento para la Seguridad del Estado se citaba a los jóvenes socialistas del Partido Socialdemócrata, que se han apresurado a exigir al Gobierno la desaparición de los «fondos reptiles», es decir, de aquellos que se presupuestan sin un destino confesado previamente.Entre tanto, ha iniciado en Colonia sus sesiones el. llamado Tribunal Russell en torno al tema general de los derechos humanos, concretamente la censura, en la República Federal de Alemania. Entre los casos analizados en la primera sesión se incluyó preferentemente el acoso policial de hace dos años escasos contra un grupo de estudiantes que publicó parcialmente un llamamiento de un grupo terrorista que intervino en el asesinato del fiscal general Buback. Quienes reprodujeron tal artículo, firmado con el nombre de una tribu india, especificaron que estaban en contra del asesinato, lo cual no evitó la acción policial contra ellos. Ante el mismo Tribunal Russell se presentó un informe sobre censura en el teatro en el que se alude a la prohibición de Los justos, de Camus, en seis ciudades alemanas.