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Reportaje:

Sólo la intervención militar de China puede salvar al régimen de Camboya

Sin una intervención militar de China en favor del régimen de Phnom Penh, la mayoría de los especialistas temen que Camboya caiga ante el actual empuje de las tropas vietnamitas, muy superiores en hombres y material, y que, junto conel FUNSK, ya controlan una cuarta parte del país, tienen cercada a la capital, y parecen disponerse a un ataque masivo y rápido final.

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Las tropas vietnamitas avanzan por todo el noreste de Camboya y, según últimas informaciones, parecen controlar toda la región del río Mekong. La capital, Phnom Penh, es asediada por el Norte y por el Sur, en un intento de las tropas invasoras de cortarla de la ciudad de Compong Son, único puerto importante del país.No obstante, se cree que la ciudad de Compong Cham, la segunda en importancia de Camboya, y que el miércoles las emisoras vietnamitas habían dado por tomada, no ha caído aún, aunque es también atacada. Radio Hanoi ha informado de la toma de varias ciudades camboyanas, aunque insiste en que no hay invasión, y otras fuentes señalaban que Vietnam se ha lanzado a una auténtica guerra con infantería y tanques dentro del territorio camboyano, apoyados por los aviones soviéticos Mig de Hanoi.

En las últimas semanas Vietnam acumuló tropas en la frontera con Camboya, a la espera de la estación seca. Llegada ésta ahora, los observadores estiman que Hanoi se ha lanzado a un ataque rápido y fulminante contra el régimen del, Pol Pot. La radio camboyana, no obstante, afirmaba ayer haber «aplastado» a 14.000 soldados vietnamitas en los últimos diez días y destruido ochenta tanques.

Se considera, sin embargo, que sin una ayuda exterior, que en este caso sólo podría provenir de China, único aliado de Camboya, el régimen de Pol Pot terminará rápidamente vencido por los vietnamitas. Esta posibilidad de intervención china, que, no obstante, ningún indicio serio permite confirmarla por el momento, preocupa hoy a Moscú y Hanoi.

La eventualidad de una victoria vietnamita pone en peligro toda la estabilidad de la región del sureste asiático por la perspectiva que ofrece de una federación indochina controlada por Vietnam y a través de Vietnam la restauración de la influencia de la URSS en toda la región.

Silencio en Pekín

Los integrantes de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) expresaron ayer este temor y, concretamente, Estados Unidos, miembro de dicho pacto, advirtió a Vietnam contra los peligros de un derrocamiento de Pol Pot. Este derrocamiento será, no obstante, imparable, a menos, como estimaban ayer observadores en la capital tailandesa, de una intervención china.

En los últimos días Pekín ha guardado silencio en torno a la situación en Camboya, aunque ayer, por primera vez, la agencia Nueva China se hacía eco de las acusaciones camboyanas e informaba que «Vietnam, empleando arniamento de fabricación soviética, ha invadido Camboya».

Una intervención militar plantearía, según la corresponsal del Economist, de Londres, un serio dilema para China. En realidad, afirmaba, Pekín sólo ha intervenido fuera de sus fronteras dulrante la guerra de Corea, y las fuerzas que envió allí lo hicieron bajo la etiqueta de «voluntarios». Enviar «voluntarios» a Camboya en las presentes circunstancias podría ser una solución para Pekín, pero indudablemente, incluso bajo esta cobertura, la presencia de soldados chinos podría traer serias complicaciones en toda la región. El dilema para China, según la misma fuente, es que no tiene otra alternativa que apoyar a un régimen que ha sido acusado de masacres e incluso de genocidio, y que no cuenta con el apoyo de nadie en el mundo.

El Frente Unido Nacional para la Salvación de Kanipuchea (FUNSK) informó ayer, a su vez, que sus columnas han tomado la ciudad de Kratie, importante puerto fluvial del Mekong.

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