Con la entrada de nuevos accionistas se reorganiza la Banca López Quesada

El consejo de administración de la Banca López Quesada acaba de nombrar director general del banco a Benito Perales, que en los últimos meses compartía la dirección ejecutiva del mismo con otros altos cargos de la entidad. Con este nombramiento se estima que ha culminado la primera fase de reorganización del banco, tras la entrada en el mismo, como accionistas importantes, de un grupo de profesionales de la banca, de diversa procedencia.

El nuevo grupo accionarial se incorporó al banco hace unos meses, tras diversas conversaciones entre la familia propietaria y este grupo. La Banca López Quesada se ha especializado tradicionalmente en las operaciones bursátiles de arbitraje, terreno en el que ha adquirido bastante experiencia; los depósitos de valores de clientes totalizan actualmente, en valores nominales, alrededor de los 15.000 millones de pesetas, cifra bastante elevada en comparación con el tamaño del banco.Con la crisis de la Bolsa, los dirigentes de la Banca han replanteado a fondo la estrategia de la institución para los próximos años, para lo cual han incorporado al nuevo grupo de socios, que tendrán una posición minoritaria en el consejo de administración, conservando la familia López Quesada un paquete bastante fuerte y el resto del capital en manos de más de 24.000 accionistas diversos, según informaciones facilitadas por directivos del propio banco.

La nueva estrategia que se ha elaborado por parte tanto del grupo tradicionalmente propietario -los López Quesada y los Cifuentes- y del recién incorporado -cuya cabeza visible es el nuevo director general, señor Perales- consiste en completar la gama de servicios de la entidad para no depender exclusivamente del mercado bursátil. Esta estrategia está contenida en un plan a cuatro años, cuyos objetivos se cifran en un aumento muy sustancial de los recursos ajenos y de los beneficios. Estos objetivos se intentarán conseguir modificando la estructura directiva, dedicando el banco a actividades relacionadas con una amplia gama de servicios financieros y aprovechando al máximo la capacidad de expansión no utilizada. En materia de expansión, el banco pretende abrir en el año 1979 unas treinta nuevas oficinas, con lo que duplicará, aproximadamente, las que tiene ya en estos momentos.

Fuentes próximas al banco han señalado, por otra parte, que se mantendrá la línea de total independencia respecto a otros grupos financieros, ya que los nuevos accionistas proceden de estamentos estrictamente profesionales.

En cuanto a la estructura, el nuevo consejo de administración estará presidido por Carlos Cifuentes López Quesada, nombrado recientemente para el cargo, que tendrá carácter ejecutivo y al que auxiliarán dos vicepresidentes, Carlos y Juan López Quesada. Estos tres, junto al nuevo director general -que tendrá la máxima responsabilidad sobre la línea ejecutiva de la institución- y al secretario general y del ,consejo, formarán el comité de dirección, en el que se decidirá semanalmente la política y las medidas a seguir.

Según informaciones procedentes del propio banco, los recursos ajenos de acreedores han experimentado un fuerte crecimiento durante el actual ejercicio, calculando que cerrarán en una cifra próxima a los 14.000 millones de pesetas, frente a los 9.850 millones de diciembre del año 1977. La cifra de beneficios aún no ha sido calculada, pero parece que rondará los 280 millones de pesetas, bastante por encima de la correspondiente al año anterior.

Entre los objetivos del banco se encuentra también la creación de algunas sociedades especializadas en cometidos específicos, como la financiación del comercio exterior, al asesoramiento de inversiones, etcétera, potenciando el grupo de empresas del que actualmente forman parte Finanzauto, Finanzauto y Servicios y otras.