El problema vasco

«Los vascos son una raza dura y fuerte que se toma la vida en serio (...).(...) El nacionalismo vasco y el separatismo que engendró fueron un problema constante en la visión del general Franco, de una España uniforme y centralistamente gobernada. Incluso ahora que la autonomía regional ha sido aceptada como parte de la estructura de la España democrática, y se han hecho concesiones a la identidad vasca, el problema del separatismo vasco no está cerca de una solución (...).

(...) El Gobierno calculó que ofreciendo concesiones a los vascos -una amnistía para los presos políticos, legalización de la ikurriña, establecimiento del Consejo General Vasco, promesas de un amplio Estatuto de Autonomía- quitaría fuerza al separatismo y lo integraría en la nueva democracia española. Su fin era el de aislar a ETA. El alto porcentaje de abstenciones y votos negativos de los vascos en el referéndum constitucional del 6 de diciembre, constituyó un freno para esta política. El principal partido político vasco, el PNV, de ideología demócrata-cristiana moderada promovió la abstención, mientras que la ETA y sus aliados políticos pidieron el voto negativo. La razón era la misma: la Constitución no recogía, en el grado que ellos deseaban, los derechos históricos vascos (...).

(...) La violencia preconizada por ETA ha ido en aumento paralelamente a las promesas de mayor autonomía para la región. Desde el verano, ETA ha recrudecido su guerra contra los símbolos de «la extranjera ocupación militar española» -policías, confidentes y militares. Como promedio, ETA ha asesinado a más de una persona por semana, contabilizando dos tercios de todos los asesinatos políticos cometidos en España este año (...).

(...) ETA ha incrementado también su recaudacíón de «impuestos revolucionarios», que obliga a pagar a industriales y hombres de negocios

(...) Por su parte, las autoridades han aumentado los golpes en la gueria contra ETA (...). El señor Miguel Castells, un abogado radical que defiende a los presuntos miembros de ETA, dice que un grupo de abogados han calculado que durante el período del referéndum, las fuerzas de seguridad detenían cada día a doscientas personas, como promedio, durante más de cinco horas. La policía ha capturado a cerca de noventa presuntos miembros de ETA en las últimas tres semanas, a dos de ellos en Navidad. "La gente que capturamos solamente representa la punta de un iceberg", declara el gobernador civil de Guipúzcoa, Antonio Oyarzabal (...).

(...) El gobierno no ha hecho un intento serio de erradicar el uso de la tortura. El señor Castells insiste que todavía se aplican a los detenidos crueles torturas físicas, como golpearles en las plantas de los pies o en los testículos (...).

(...) Las demandas de los extremistas, representados por ETA y sus aliados, son las de la formación de un Estado vasco independiente y marxista, que englobaría también a las provincias vasco-francesas

(...) El último intento conocido de negociación entre el Gobierno y ETA fracasó en marzo de 1977. El gobierno quería que las negociaciones fuesen secretas, mientras que ETA insistía en que fueran públicas (...).

(...) ETA tiene la simpatía activa de quizá el 10-12% de la población del País Vasco (...).» 27 diciembre