La Diputación General de Aragón, ineficaz

El contenido integro de un manifiesto de regimen interno elaborado por la inmensa mayoría de los directores generales y viceconsejeros de la Diputación General de Aragón, ha sido conocido ayer tarde en Zaragoza, por medio de una indiscreción surgida en fuentes de toda solvencia, vinculadas directamente con el organismo preautonómico.

En dicho documento los «números dos» de los diversos departamentos ministeriales o consejerías del Gobierno provisional critican abiertamente la labor desempeñada hasta el momento por la Diputación General de Aragón, de la que dicen que no ha conseguido contar hasta ahora con ningún programa de Gobierno regional específico; los viceconsejeros afirman que tampoco hay una política sectorial coherente, y que la coordinación entre los distintos departamentos o consejerías brilla por su ausencia. En este estado de cosas, los firmantes del escrito aseguran que difícilmente la Diputación General podrá asumir con las mínimas garantías de eficacia cualquier transferencia de funciones que se produzca en un inmediato futuro. En este sentido, y según las últimas negociaciones mantenidas con el Gobierno central, las primeras transferencias al ente preautonómico aragonés podrían tener lugar el próximo mes de marzo.En el documento, los viceconsejeros y directores generales afirman que las más de las veces desconocen el verdadero alcance de sus respectivas funciones, y que para evitar que eso siga ocurriendo solicitan de los parlamentarios que dirigen la Diputación General que institucionalicen las reuniones de viceconsejeros, al objeto de que puedan abordar los asuntos de trámite y tomar decisiones no políticas, eliminando así las interferencias funcionales que existen hoy, en medio de un gran desconcierto, entre los consejeros y los viceconsejeros.

Aseguran asimismo los firmantes que los esfuerzos que pueden hacerse de aquí en adelante por mejorar el funcionamiento orgánico de la Diputación General resultarán estériles si no se toma en serio la realización de un estatuto de autonomía para la región aragonesa.

Al final del documento, que constituye una seria llamada de atención a los parlamentarios de UCD y PSOE que controlan ahora mismo las más altas magistraturas de la Diputación aragonesa, los firmantes aseguran que han podido captar el ambiente popular respecto a la autonomía que reina en tierras de esta región, un ambiente de creciente indiferencia debido, a su juicio, a los actuales esquemas de funcionamiento de la Diputación General; esta indiferencia, dicen los viceconsejeros, se ve corregida y aumentada entre los ciudadanos de las provincias de Huesca y Teruel, temerosos del centralismo zaragozano.