_
_
_
_

Incidentes en un juicio a presuntos miembros de los GRAPO

Dos presuntos miembros de los GRAPO, María Josefa Alarcón y Javier Echevarría, para los que se piden veintitrés y veintiún años de cárcel, respectivamente, fueron juzgados ayeren la sección primera de lo penal de la Audiencia Nacional. La procesada, que al igual que su compañero reconoció pertenecer a los GRAPO, afirmó durante la vista que todas sus declaraciones anteriores fueron efectuadas bajo coacción, y acusó al «apodado Billy el Niño, policía asesino» -según sus palabras- de haberle aplicado corrientes eléctricas en la Dirección General de Seguridad.Javier Echevarría, por su parte, no contestó al interrogatorio, sino que afirmó que ellos eran los únicos defensores del pueblo y que los que tenían que estar en el banquillo son los policías y los guardias. Al ordenarle el juez que se callara, el público comenzó a gritar, por lo que el magistrado ordenó la suspensión de la vista y mandó desalojar la sala.

Una vez reanudada la vista, el fiscal modificó algunas de sus conclusiones y rebajó en dos grados una de las penas solicitadas. Nuevamente fue suspendido el juicio ante la actitud del público, que coreó los gritos de la procesada e intervino la policía antidisturbios.

Tras esta segunda interrupción, el juicio fue reanudado de nuevo, con la declaración de que quedaba visto para sentencia.

El fiscal imputa a ambos procesados un delito de terrorismo -en el caso de Javier Echevarría, en grado de cooperación-, así como dos delitos de falsificación de placas de matrículas, sendos delitos de tenencia ilícita de armas (finalmente fue retirado este último, en lo que se refiere a Echevarría), y dos delitos de uso de documento de identidad falso, en el caso de María Josefa.

Según el escrito de conclusiones del fiscal, los hechos ocurrieron en la carretera de Pontevedra a Campalaneiro, cuando ambos procesados se dirigían en un coche a Santiago de Compostela y fueron perseguidos por la Guardia Civil. Colisionaron intencionadamente con el vehículo policial -dice el fiscal- y huyeron, hasta que un derrapaje hizo que su coche quedara inmovilizado fuera de la carretera. Corrieron ambos por el campo y un sargento alcanzó a la mujer, con la que forcejeó -ésta intentó dispararle, pero se encasquilló el arma-, mientras otro guardia disparó contra Echevarría, alcanzándole. La pistola ocupada a María Josefa procedía, según el fiscal, de un atentado a un policía municipal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_