La Constitución de todos los españoles
«A la vista de los datos de que disponemos en el momento de cerrar nuestra edición podemos decir que España tiene Constitución; lo decimos con la satisfacción de quien constata que el pueblo español ha dado un paso decisivo.Quede claro, no obstante, que lo primero que todos deben hacer es convencerse de que la Constitución no les va a resolver todos sus problemas concretos; no es ese su cometido. Nadie se haga en ese sentido falsas ilusiones. Por el contrario, los grandes problemas (el paro, la inflación, el orden público) siguen ahí inaplazables, amenazadores, y junto a ellos, las grandes cuestiones conflictivas (la enseñanza, el divorcio, el aborto) que la Constitución no podía abordar o que sólo podía tratar en líneas generales, y en torno a las cuales habrá que movilizarse en defensa de unos principios tan trascendentales como la libertad o la defensa de la vida humana.
El gran servicio que la Constitución presta al país es que ha trazado un marco para las futuras confrontaciones, gracias al cual tendremos la garantía, en primer lugar, de que ninguna opción política podrá salirse del marco ni hacia la derecha ni hacia la izquierda; en segundo lugar, de que siempre se respetarán los derechos de las minorías; en tercer lugar, de que ningún cambio será irreversible. ( ... )
Las fuerzas políticas que han elaborado la Constitución y que representan por abrumadora mayoría al país han tenido la inteligencia y la generosidad de ceder en sus ideologías respectivas lo que hacía falta para lograr un texto que pudiese ser suscrito por todos. Los votantes de ayer han tenido la inteligencia y la generosidad que eran indispensables para ratificar la Constitución. ( ... )»
, 7 diciembre
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