Enorme destrozo bibliográfico en el incendio de Investigaciones Científicas

A las nueve de la mañana de ayer fue extinguido el incendio que afectó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y que comenzó el jueves pasado, a las once de la noche. Las pérdidas, en opinión de algunos miembros de la Sección de Humanidades de este centro, son incalculables, no sólo desde el punto de vista material, sino desde el punto de vista cultural bibliográfico.Según informaron a EL PAIS miembros de la mencionada Sección de Humanidades, ha desaparecido en un ciento por ciento el Instituto Jaime Balmes de Sociología, catalogado como una de las hemerotecas de sociología más importantes de Europa. El Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo, de Historia de América, ha desaparecido en un 90 %, contaba con 20.000 volúmenes, entre los que había ejemplares de los siglos XVI, XVII y XVIII. Se ha perdido también el Diplomatorio Colombino, sección que reunía el trabajo de treinta años de documentación sobre Cristóbal-Colón.

Las pérdidas han sido enormes también en el Instituto Arias Montano, de Historia Hebrea, que reunía importantes ejemplares en lengua copta, siriaco, arameo etcétera, y formaba una sección orientalista de las mejores de Europa. También el Instituto Francisco de Vitoria, de Historia del Derecho, se ha perdido.

Por lo que respecta a material no bibliográfico, se ha perdido un ordenador de un millón de pesetas y dos lectores de microfilmes por idéntico valor.

A última hora de ayer se desconocían aún las causas del incendio. El antiguo Palacio de Hielo, construcción del siglo XIX, fue restaurado a principios de siglo para el Centro de Estudios Históricos y destinado, tras la guerra civil, como sede de la Sección de Humanidades del Consejo. Hace cuatro años que el Gobierno prometió mejorar las antiguas instalaciones. Los pisos eran de corcho, falsas cubiertas y capas aislantes de alquitrán. Todo esto, unido a la gran masa de papel almacenado, hizo que el incendio alcanzara semejantes proporciones. En opinión de algunos técnicos, las reparaciones materiales de los destrozos producidos podrían costar alrededor de sesenta millones de pesetas, y el edificio estaría en condiciones de volver a funcionar no antes de siete meses.