Masayoshi Ohira, simpatizante de China, virtual primer ministro de Japón
Tras haber sido elegido ayer nuevo presidente del Partido Liberal Demócrata (LDP), actualmente en el poder, Masayoshi Ohira, del 68 años, conocido por sus simpatías prochinas en el ámbito de la política exterior, se ha convertido en el virtual primer ministro de Japón. Ohira venció por 110 puntos al hasta ahora primer ministro y presidente del LDP, Takeo Fukuda, en las elecciones primarias para determinar la candidatura del partido, efectuadas el pasado 26 de noviembre. El próximo día 6, el Parlamento japonés se reunirá en una sesión extraordinaria para designar al nuevo premier.
A la asamblea realizada ayer por el LDP, en la que Ohira se desempeñaba como secretario general, concurrió un número casi sin precedentes de delegados nacionales y provinciales de la agrupación, encabezados por Fukuda, cuya derrota en los comicios parciales sorprendió a la mayor parte del país y de los observadores extranjeros. El triunfo de Ohira fue posible merced a la inesperada campaña que a partir de mediados de noviembre hizo en su favor la fracción del ex primer ministro Kakuei Tanaka, desplazado en 1976 por Fukuda a causa de varios escándalos económicos que afectaron a dirigentes importantes del partido y miembros de su Gobierno.Ohira anunció ayer que formará Gobierno el mismo día 6, tras el refrendo parlamentario. Su mandato se extenderá hasta fines de 1980. Según fuentes extraoficiales, el puesto vacante de secretario general puede ser confiado a Zenko Suzuki, uno de los más estrechos colaboradores de Ohira. El Departamento de Defensa, de gran importancia en el nuevo Gabinete debido a la delicada situación del sudeste asiático y a las fricciones con la Unión Soviética, se entregaría, según esas fuentes, a Susumu Nikaido o a Shin Kanemaru, integrantes de la fracción conservadora de Tanaka. El Ministerio de Hacienda pasaría a Ganri Yamashita, del grupo «renovador» de Ohira.
El presidente de la Cámara de Comercio, K. Nagano, declaró ayer que el Gobierno Ohira deberá resolver, «sin alternativa posible, el problema del paro y del relanzamiento económico». Habrá de enfrentarse también al grave déficit presupuestario, para lo cual se cree que pondrá en marcha un proyecto para la creación de un nuevo impuesto sobre el valor añadido.
Colaboración con China
Pero es, sin duda, en las relaciones exteriores japonesas donde se espera que Ohira pruebe sus propósitos innovadores. El futuro premier declaró ayer que «Japón debe agilizar la cooperación con los países del sudeste asiático y China», para «contribuir a la independencia económica y la estabilidad política de la zona».Los expertos sostienen que tales preferencias exteriores se traducirán, en primer lugar, en el desarrollo del nuevo tratado de paz y colaboración con el régimen de Pekín representado por el «liberal» Teng Hsiao-ping, cuya política de «apertura» Ohira ha elogiado en varias ocasiones. Ohira ha anunciado también su deseo de formar una «comunidad de países del Pacífico», para lo que se dispone a organizar, próximamente, una conferencia de ministros de Asuntos Exteriores del área.
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