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Tribuna:Venezuela, ante las elecciones presidenciales del día 3 de diciembre / 2
Tribuna
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Accion Democrática y COPEI, frente a frente en las urnas venezolanas

Luis Piñerúa Ordaz, de 65 años, es un viejo dirigente de Acción Democrática, autodidacta, conocedor de los complicados mecanismos y entresijos de la Administración venezolana. Es un luchador por la democracia con méritos sobrados, como lo prueban los seis años de cárcel sufridos en diversas épocas, dictatoriales y otros tantos de exilio.En su partido ha ocupado la secretaría general de organización, ha sido también gobernador estatal, vicepresidente de la Cámara de los Diputados, presidente del Instituto Agrario Nacional y ministro del Interior.

Piñerúa obtuvo su confirmación como candidato de Acción Democrática en una convención interna del partido que, en realidad, supuso una confrontación entre las preferencias de Rómulo Betancourt, ex presidente de la República e indiscutible máximo dirigente de AD, y de Carlos AndrésPérez, el actual jefe del Estado. Durante los años de mandato de Pérez, a nadie se le ha escapado el evidente distanciamiento ideológico y personal producido entre Pérez y Betancourt. Los observadores políticos venezolanos estiman que el actual presidente, quien durante años fue el delfín preferido de Betancourt, se considera a sí mismo como el in cuestionable sucesor de aquél.

En esta línea, el candidato que apoyaba Carlos Andrés Pérez era Jaime Lusinchi. Rómulo Betancourt movió, sin embargo, sus poderosos hilos dentro de la máquina del partido y consiguió que Piñerúa, su válido, resultara finalmente elegido.

Su campaña electoral se ha basado en la promesa de resolver los problemas comunes que más afectan y preocupan hoy a los venezolanos: la ineficacia de los servicios públicos, la inseguridad ciudadana, la vivienda y la corrupción administrativa. El partido ha evitado que su candidato caiga en la tentación ideológica.

En realidad, y salvo los partidos de izquierda, la actividad preelectoral de los candidatos a la presidencia aparece absolutamente huérfana de contenido ideológico y llena de ofertas formales sobre temas tangibles y próximos.

Es preciso tener en cuenta, por supuesto, la evolución sufrida por Acción Democrática en sus 37 años de existencia. El partido, que nació con un planteamiento «policlasista, de izquierda revolucionaria », ha pasado de tener una clientela fundamentalmente campesina y obrerista, a estar apoyado ahora por la neo-oligarquía financiera del país y por la clase media.

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Acción Democrática es hoy un partido claramente socialdemócrata, que goza de prestigio en la Internacional Socialista, pero claramente inclinado hacia las cuestiones pragmáticas en demérito de las ideológicas.

COPEI el peso de las élites

Por el contrario, la campaña de Luis Herrera, el candidato del Partido Socialcristiano COPEI (Comité Organización Político-Electoral Independiente), aparece más inclinada hacia los postulados dogmáticos que la de su contrincante. Los dirigentes del partido han llegado a la conclusión de que la base de la posible victoria de Luis Herrera está en la sistemática denuncia de los errores cometidos durante el Gobierno de Carlos Andrés Pérez y en el ofrecimiento al electorado de planteamientos sociales novedosos, capaces de eliminar el tinte elitista y superderechista del partido.

Luis Herrera es, en efecto, un demócrata cristiano de izquierda. Tiene una mayor formación intelectual que su contrincante -Herrera es abogado y periodista-, pero carece de la experiencia administrativa de Piñerúa. Se ha preparado machaconamente durante años para ser presidente, y hace cinco años también intentó ser elegido candidato por su partido.

Pero la oposición del ex presidente Rafael Caldera, hoy su máximo valedor se lo impidió.

El candidato socialcristiano, curiosamente, ha prometido en su campaña desarrollar dos ideas ideológicamente más avanzadas, en la teoría, que cualquiera de las que sostiene Acción Democrática. Tanto es así que en los últimos días dirigentes de AD han tachado públicamente de comunistoides los proyectos de Luis Herrera.

La « propiedad comunitaria» y el «Estado promotor» son las columnas vertebrales del programa socioeconómico de Herrera. De acuerdo con el primero de los postulados, Luis Herrera, si llega a la presidencia, propiciará el acceso de los trabajadores a la propiedad de las empresas, mediante un confuso sistema de incentivos, destinado a conseguir un aumento de la productividad.

A pesar de estos planteamientos, con los que el Partido Socialcristiano trata de atraerse un respaldo popular del que nunca ha gozado, COPEI no consigue eliminar su imagen elitista.

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