UCD y PSOE se acusan mutuamente de paralizar la preautonomía andaluza
«La Junta de Andalucía es un desastre total y la culpa la tiene, sobre todo, un presidente que es incapaz de dirigirla», declaró ayer a EL PAIS un parlamentario andaluz miembro del consejo político de UCD, en relación con la firma, el próximo día 4, del Pacto Autonómico propuesto por Fernández Viagas y elaborado por los tres partidos con representación parlamentaria en la región. Los socialistas, por su parte, acusan a UCD y al Gobierno de intentar el fracaso de otras autonomías que no sean la catalana y la vasca.La verdad es que, a pocos días del pacto, la situación de la preautonomía andaluza dista mucho de ser boyante y los enfrentamientos entre las fuerzas mayoritarias, PSOE y UCD, están a la orden del día. Las transferencias se encuentran estancadas, al igual que la comisión para el estudio del problema del paro, la ponencia redactora del Estatuto de Autonomía sólo ha tenido una reunión de trabajo y la propia Junta no ha sido capaz de darse un reglamento de régimen interior.
La convicción de que la autonomía provisional no está funcionando en Andalucía es unánime entre los parlamentarios. Las opiniones varían, sin embargo, a la hora de emitir un diagnóstico preciso sobre las causas. La misma fuente centrista antes citada considera que la clave está en la actuación del presidente «que se dedica a hacer propaganda del PSOE en vez de impulsar una política de coalición».
El panorama que ofrece actualmente la Junta fue descrito con estas palabras por el parlamentario de UCD «cada consejero hace lo que le da la gana, no hay criterios definidos para la selección de personal, que se hace a estilo compadre, se nombran directores generales sin contar con el Consejo y cuando se reúne éste, es para pelearse. El presupuesto se dividió entre todas las consejerías y ya nadie controla en qué se gasta el dinero».
Para el PSOE, por el contrario, los problemas derivan de la filosofía del retraso que presiden la actuación de UCD y del Gobierno, «que lo único que quiere es que la preautonomía fracase y se pudra para que no haya más autonomías que las de Cataluña y Euskadi, y estas porque no puede rechazarlas», según un consejero socialista.
Esto explicaría, en su opinión, que el vicepresidente Fernando Abril no se haya tomado ningún interés por la Comisión Mixta sobre el paro obrero en la región que él mismo preside, que se manden a funcionarios de tercera categoría a la Comisión de Transferencias o que a las reuniones del Consejo nunca acudan todos los consejeros de UCD.
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