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"La Constitución no asegura la libertad ni aporta grandes soluciones sociales"

Federica Montseny es la primera mujer que llegó al cargo de ministra en Europa, aunque recientemente ha lamentado haber aceptado la cartera de Sanidad que le ofreció Largo Caballero en 1936. Figura destacada del anarcosindicalismo durante la Segunda República, reside actualmente en la localidad francesa de Toulouse, donde realiza, a sus 73 años, una intensa labor literaria. En consonancia con su ideario anarquista, piensa que la Constitución es un papel escrito que se verá superado por la dinámica social.Pese a que la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), grupo con el que está identificada la líder anarquista, ha propugnado el «no» al proyecto de Constitución, Federica Montseny se pronuncia por la abstención en el próximo referéndum constitucional.

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Pregunta. La mayoría de las fuerzas políticas democráticas sostienen que una de las razones por las que esta Constitución resulta válida y necesaria es porque garantiza a los españoles un alto grado de libertad, ¿suscribe esta opinión?

Respuesta. Puede considerarse que la Constitución supone un avance respecto a la España de Franco, pero a mi juicio no permitirá resolver todos los problemas que el país tiene pendientes. Tal como está redactada no puede aportar grandes soluciones sociales y asegurar la libertad, porque la libertad debe estar garantizada por la costumbre y la toma de conciencia de todos y cada uno de los ciudadanos.

P. ¿Introduciría usted formulaciones más precisas en el articulado para propiciar esa toma de conciencia?

R. Hay ya muchas cosas constitucionalizadas. Ese no es el fondo del problema. La historia nos ha enseñado que el poder burla las Constituciones cuando quiere; por esta razón soy escéptica sobre las Constituciones escritas y votadas.

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P. ¿No hay conexión posible entre pueblo y poder?

R. No. Fatalmente estarán siempre enfrentados por los privilegios que el poder representa y defiende.

P. Con anterioridad ha comentado que la Constitución refleja un avance respecto a la etapa franquista, ¿la consolidación de la democracia no es argumento suficiente para mover su escepticismo?

R. Para mí no se consolida así la democracia española. Insisto en que la forma para conseguir su afianzamiento es por medio de una práctica democrática cotidiana y no a través de la elaboración de textos. La democracia considero, como anarquista, que la conforman el respeto a la autonomía de cada uno y a la libertad de expresión y asociación. Las fuerzas políticas deben actuar en consecuencia con esto.

El voto es una fórmula para esclavizar al pueblo

P. ¿Cómo valora la actuación de la izquierda en la elaboración del proyecto constitucional?R. La Oposición me ha defraudado profundamente. Creo que ha sido demasiado modesta en sus aspiraciones y demasiado mediocre a la hora de abordar los problemas. No veo en ella ninguna fuerza estructurada de la talla de la izquierda de la II República.

P. Finalmente, ¿qué postura defiende ante el próximo referéndum?

R. No sé si puedo votar porque todavía tengo fijada la residencia en Francia. Lo que si sé es que no votaré. Estoy contra el voto porque para, mí no es más que una fórmula para esclavizar al pueblo.

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