Wolf Vostell, testigo de la barbarie.
El pasado miércoles se inauguró en el Museo Español de Arte Contemporáneo la exposición Obras y ambiente, del artista alemán Wolf Vostell (véase crítica de la exposición en EL PAIS de ayer, jueves). Lo lamentable del acto fue el comportamiento de los espectadores ante una de las obras expuestas en la que un lujoso automóvil se exhibía rodeado de platos, a modo de manjar desarrollista. Las dos fotografías ilustran el «antes» y el «después» de la barbarie irracional. Un sector del público optó por la destrucción de aquello que no entendía, rompiendo los platos sobre el «haiga».
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