La gran banca crece más deprisa que la media del sector
Al cerrar el mes de septiembre, el crecimiento de los grandes bancos era, en general, sensiblemente superior al de la media de la banca privada e incluso de las primeras cajas de ahorro. Banesto y Central son las entidades de mayor crecimiento en base a la incorporación a sus activos -y pasivos- de los bancos Coca e Ibérico. No obstante, sin estas absorciones ambos bancos registran también crecimientos sustanciosos de sus depósitos en los doce últimos meses, ligeramente superiores al 20%.
En el cuadro adjunto consideramos los datos de veintiséis entidades financieras -dieciséis bancos y diez cajas- que disponen en estos momentos de más de 60.000 millones de recursos ajenos, incluidos depósitos en pesetas, en divisas y bonos de caja. No consideramos los saldos interbancarios, ya que en estos momentos se carece de estadísticas solventes en este capítulo, que están a disposición únicamente de las propias entidades y del Banco de España a través del balance confidencial que bancos y cajas facilitan periódicamente a la autoridad monetaria.En el mes de septiembre, Banesto incorporó los recursos del Banco Coca -unos 66.000 millones de depósitos-, lo que le permite recuperar el primer puesto del ranking bancario por este concepto después de nueve meses de segundo plano por la incorporación del Ibérico al Central. Ambas entidades se han separado considerablemente de sus inmediatos seguidores. El Hispano mantiene un ritmo vigoroso de crecimiento, aunque sin absorciones no puede mantenerse cerca de sus inmediatos precedentes. Bilbao sigue siendo a distancia cuarta entidad financiera sin riesgos de cambio de posición. Detrás la Caixa, Vizcaya y Santander se mueven en la misma órbita de recursos a mucha distancia de los siguientes. En la zona media de la lista aparecen junto al Exterior cuatro cajas rondando o por encima de los 100.000 millones, dos catalanas, una v4lencíana y la de Aragón y Rioja. Por debajo, los bancos industriales mantienen ritmos bajos de crecimiento, mientras que la banca media crece desigualmente según bancos.
El proceso de libertad de tipos de interés ha endurecido las condiciones del mercado a la hora de la captación de pasivos. La competencia se ha multiplicado, aunque entre los clientes ha crecido también la desconfianza frente a ofertas desmesuradas de bancos teóricamente poco solventes.
