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Carreras de caballos

Más de veinte personas acusadas de "arreglar" carreras en Francia

Más de veinte personas se encuentra implicadas en un proceso judicial que se celebra estos días en París. Entre ellos se encuentran varios preparadores y catorce jinetes a los que se les acusa de haber arreglado una carrera disputada en el año 1973 en el hipódromo de Auteuil, y que formó parte de la apuesta tiercé.

Siempre se ha hablado, sobre todo en personas ajenas a las carreras de caballos, de las trampas que se realizan en las pruebas. De ahí que sea muy usual el oír decir que si este preparador no quería ganar esta carrera o de que si este jinete ha «tirado» de aquel caballo.Hasta ahora, en nuestro país, sobre todo por e¡ bajo nivel de juego existente, no se conoce, al menos de manera oficial, que se hayan «arreglado» carreras, pero sí en Estados Unidos y, últimamente, en Francia se están denunciando trampas relacionadas con el juego en las carreras de caballos. En todos estos asuntos se encuentran implicados jinetes, preparadores y, en definitiva, profesionales del «turf».

El juicio «Prix Bride Abattue» está levantando gran expectación entre todos los aficionados a las carreras, en un país como Francia, en el que se juegan semanalmente entre los 100 y 150 millones de francos. Dado el gran número de boletos que se apuestan en la tiercé existe un severo control en torno a las apuestas y al resultado de las pruebas. Así se han descubierto aflfaires como el del Prix Bride Abattue, en el que se acusa a varios jinetes de no haber dejado ganar a sus caballos, por lo que recibieron una cantidad que se aproxima a las 300.000 pesetas.

Ya en la mañana de la prueba, el 9 de diciembre de 1973, en varios. centros del PUM, que es el órgano de apuestas en Francia, se detectó la presencia de combinaciones sospechosas que indicaban que algo extraño se estaba tramando, ya que caballos que sobre el papel no tenían muchas posibilidades se estaban cotizando muy bien. Alertada en seguida la policía, comenzó la investigación. Efectivamente, los caballos favoritos no ganaron y la sorpresa de los resultados fue grande. Ante las numerosas protestas de la sociedad de Steeple Chase de Francia y de la Asociación de Jinetes de Obstáculos, comenzaron los interrogatorios y se fueron acumulando datos para el juicio.

Un conocido jinete, Pierre Costes, declaró a la policía, después de varios interrogatorios, haber aceptado dinero de un antiguo jinete, Robert Laouria. Este testimonio ha conmocionado a todo Francia, ya que su declaración confirma la corrupción existente en algunos hipódromos franceses.

Otros jinetes participantes en la prueba, entre ellos Michel Jathan, han declarado en el juicio haber recibido amenazas contra ellos y sus familias si no perdían la carrera. Otros, por el contrario, han negado cualquier relación con Laouria y con el sindicato fantasma que parece estar operando en Francia.

La Asociación de Carreras Francesa ha señalado en un comunicado que una vez más se ha ido a atacar a la parte más débil del «turf», a los jinetes de obstáculos, donde las posibilidades de hacer una brillante carrera son bastante reducidas, y las posibilidades de accidentes, muchas. Según el periódico frances Le Figaro, no sólo amenazaron y sobornaron, sino que además estudiaron las condiciones económicas de los jinetes a la hora de hacer sus ofertas, atacando siempre a los más necesitados.

En Estados Unidos, por otro lado, se están realizando varias investigaciones sobre el resultado de algunas pruebas y sobre la actuación de varios jinetes que, con sus caballos, partían como favoritos en las pruebas y que luego no ganaron, «disparando» los dividendos.

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