El plan policial se hace notar en el País Vasco

Más de una veintena de detenciones, numerosas retenciones, registros, vigilancia policial a los principales dirigentes de la izquierda abertzale, fuertes controles en carreteras y vía pública, importante presencia de agentes de paisano en las calles y reforzamiento de la seguridad en algunos centros oficiales, son los resultados iniciales detectados de la puesta en práctica de algunos de los quince puntos que, para el control del orden público en el País Vasco, ha acordado recientemente el Ministerio del Interior.Junto a estos datos hay que añadir la confirmación de la llegada a Guipúzcoa y Vizcaya de una veintena de inspectores del equipo del inspector Conesa -de la Brigada de Información-, la ampliación del número de efectivos de la Policía Armada -cuerpos especiales- y la aparente colaboración en labores de investigación y actuación que parecen llevar a cabo Policía Armada y Guardia Civil.

En el capítulo de detenciones, la cifra, que era el martes de diecisiete, se incrementó en las últimas veinticuatro horas a más de una veintena.

Abertzales controlados

Aunque no hay cifra concreta, se sabe que en las provincias de Navarra y Vizcaya se han producido algunos registros que afectan, fundamentalmente, a personas relacionadas con los partidos integrados en la Coordinadora Abertzale Socialista (KAS). Sus principales dirigentes e incluso algunos miembros del partido ElA -legalizado- han venido observando en los últimos días que son vigilados estrechamente por desconocidos a los que consideran policías.La existencia de agentes de policía de paisano coincidiendo con la retirada masiva de las patrullas de uniforme de la Policía Armada se ha hecho notar en las calles de las provincias vascas. Coincide esta impresión generalizada con la noticia de la llegada a Vizcaya y Guipúzcoa de una veintena de inspectores del equipo del señor Conesa, que están dirigidos desde Bilbao por Manuel Gómez de Sandoval, jefe de la brigada de operaciones. Estos inspectores, expertos en «guerrilla urbana» funcionan, al parecer, con independencia de las actuaciones habituales de la policía y podrían haber formado un equipo de policías jóvenes que realizan su trabajo en las calles y barrios de las capitales. Se tiene la impresión que en determinado tipo de acciones reciben el apoyo de miembros de la Guardia Civil de paisano.

De cualquier forma la presencia de estos veinte inspectores en Vizcaya y Guipúzcoa ha sido justificada por la Jefatura Superior de Policía de Bilbao -que desea quitar importancia al hecho- como una medida para cubrir las vacantes producidas a raíz de la creación de nuevas comisarías en el País Vasco.

"Filtros" en calles y carreteras

Pero quizá el aspecto más llamativo de las nuevas medidas de seguridad recientemente acordadas sea el referido a controles policiales en carreteras y calles de las ciudades. Los efectivos que los realzan pertenecen desde hace más de una semana exclusivamente a brigadas especiales y se observan desconocidas medidas de seguridad.En las ciudades se registra asimismo un crecimiento progresivo de controles móviles en sus calles. En estos controles se pide la documentación a los transeúntes y a los conductores de los vehículos. En ocasiones se hace descender de los coches e incluso de los autobuses de línea a sus ocupantes para que se identifiquen. Sobrevolando controles de carretera y ciudades no es difícil observar en Pamplona y en Bilbao un helicóptero cedido por el Ejército del Aire a la policía.

En otro orden de cosas, cabe hablar ya de la casi segura adopción de medidas preventivas en centros oficiales de las capitales del País Vasco. Parece confirmado que los citados centros -correos, telégrafos, etcétera- permanecerán abiertos únicamente por la mañana (hasta ahora se cerraban a las seis de la tarde). Por la tarde las personas que deseen ser atendidas deberán identificarse y comunicar el motivo de su presencia en el lugar a la pareja de la Guardia Civil de servicio en la puerta.