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La mejor corrida de Barcelona fue de El Viti (ganadero)

La temporada barcelonesa de 1978 no ha tenido especial relieve, ni por el lado positivo ni por el negativo. Es una más en el discurrir de los años. Apenas se recuerda una corrida de El Viti (como ganadero), que resultó brillantísima gracias a la docilidad de las reses; un quite de Manzanares; la impresionante cogida de Maribel Atiénzar; el gesto de Justo Benítez, que se escapó de la enfermería, donde le curaban una herida, para volver al ruedo y acabar con el toro. Muy poco es, en el balance de más de cuarenta festejos que se sumaron a lo largo del año.Empezó la temporada el 19 de marzo con una novillada en la que tomaron parte Andrés Moreno, Pepe Luis Vargas y Curro Cruz. El total de festejos de esta categoría fue de diez. El Domingo de Resurrección se dio la primera corrida de toros, con Joaquín Bernadó, José Luis Galloso y Armillita Chico. Al término del curso taurino barcelonés se contabilizan treinta de estos festejos mayores. Hubo también una corrida mixta, el 15 de agosto, en la que participaron Maribel Atiénzar (la cual sufrió una cogida impresionante), Antonio José Galán y Paco Aguilar. Y dos funciones dedicadas exclusivamente al rejoneo.

Andrés Moreno -el 13 de agosto- y José Nelo Morenito de Maracay son los únicos novilleros que tomaron la alternativa en esta plaza durante el año. No creo que le sirva de mucho al primero.

El éxito de los toros de El Vito

La mejor corrida, por número de trofeos y detalles de la lidia, fue la del 30 de julio; en la que Bernadó Palomo Linares y Paquirri estoquearon toros de Santiago Martín El Viti, que resultaron tan agradables, nobles y sumisos como no re cuerdo haberlos visto nunca. Bernadó, torero fino y de elegante estilo, rayó a gran altura en esta ocasión. En seguida, en otras tardes, la empresa le haría enfrentarse con ganado dificil.

El Viti no cuajó ningún toro en Barcelona. Se sigue hablando de un maravilloso quite de José Mari Manzanares el día de la Merced al toro Malagueñito, de Santiago Martín, pero ha de consignarse, en contrapartida, que la mencionada res era muy floja, hasta el punto de que durante la faena de muleta se acostó y hubo que apuntillarla. Por algo se empieza: en el apartado de la corrida del 16 de julio (sólo en esta ocasión durante toda la temporada) fue desechado un galache (Francisco) por, falta de tipo zootécnico.

A mitad de julio empezaron ya a darse festejos los jueves, con excelente entrada. Los domingos hubo casi llenos, y en estas fechas la clientela se vio fuertemente reforzada por turistas, quienes, por cierto, solían arrojar almohadillas al ruedo cuando y como les venía en gana.

Varios espadas de segunda fila

La empresa Balañá puso en circulación a varios toreros de segunda fila. El 1 de mayo, bajo el sugestivo título Barcelona busca un torero, actuaron seis novilleros, cuyas edades sumaban 186 años. En este festejo predominó la chufla. El 24 de agosto un toro de Lamamié de Clairac hirió a Justo Benítez, y éste, cuando ya estaba en la mesa de operaciones, se escapo de la enfermería, volvió al ruedo y acabó con el toro.

Hubo una «feria del toro», en la que no faltaron Miura y Pablo Romero, y otra «del arte». De los novilleros, que debutaron en Barcelona consiguieron destacar el francés Patrick Varín, José Aguilar Granada y Espartaco, este último en faena a un novillo de carril. El 2 de abril se produjo la única suspensión del año, por lluvia. El 15 de octubre se cerró la temporada con una novillada en la que participaron el rejoneador Luis Valdenebro y los espadas Miguel Vera y Luis Taviel de Andrade.

La temporada taurina de Barcelona en definitiva, no ha tenido especiales relieves, ni por el lado positivo ni por el negativo. Ha sido, por tanto, una más en el discurrir de los años.

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