Los españoles no confían en la justicia
«Los españoles no creemos en la absoluta imparcialidad de la justicia. La expresión, que a más de uno le puede parecer de "juzgado de guardia", resulta, además de grave insulto para la Administración de Justicia, significativa por la nada sospechosa fuente de donde procede: el Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente de la Presidencia del Gobierno.Una encuesta realizada entre los días 14 y 21 del pasado mes de junio a 15.000 ciudadanos españoles por el CIS ofrece como resultado que sólo un 16% de los encuestados creen que las leyes se aplican en nuestro país a todos por igual. El resto piensa que depende de personas, de su riqueza, de sus influjos.
Los motivos de esa ausencia de colaboración no sólo hay que hallarlos en la apatía y comodidad del ciudadano que rehúye nuevos problemas en su encuentro con la justicia, sino en la falta de credibilidad de un aparato judicial burocratizado en exceso, oxidado en la mayoría de sus engranajes, sacralizado y mitificado en su fachada, poco transparente en su funcionamiento y espléndido en su miseria por lo que se refiere a la dotación de personas y equipos.
A ese dios con los pies de barro, tildado en numerosas ocasiones de apatía o negligencia ante el delito, con inveterada inercia todavía de una etapa histórica felizmente períclitada, le miran con recelo un porcentaje elevado de españoles de ahora.
Si a esa realidad institucional se añade el desorden legislativo y la disparatada multiplicidad de los procedimientos, se obtendrá una idea de la -según palabras de un juez- "profunda necesidad de una justicia, verdaderamente justa, en la larga marcha hacia una sociedad democrática.»
3 noviembre
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