"No adoptaremos una posición agresiva en contra"
«Queremos razonar nuestra postura de abstención. Es evidente que ninguna persona ni partido se identifica al cien por cien con la Constitución, y que, sin embago, el voto ha sido un sí absolutamente mayoritario, aunque todos partían de distintas valoraciones del momento político y de distintas bases ideológicas. He dicho repetidas veces que el PNV se presentó aquí, en un momento grave para el País Vasco, con planteamientos más realistas que nacionalistas. Queríamos rellenar el abismo histórico abierto con la supresión del régimen foral y buscar el camino de una convivencia pacífica y de la colaboración. Esto era lo fundamental para nosotros, porque creemos que el País Vasco necesita la paz interna más aún que la paz social. Por eso aceptamos, incluso, planteamientos constitucionales que nos eran muy ajenos como partido. Algunos grupos no han entendido lo que significaba esa renuncia ni nuestro deseo de acercar el consenso.Después de todos los intentos de conciliación, de fórmulas elaboradas conjuntamente con otros partidos y cuyas vicisitudes no voy a recordar ahora, entendemos que el reconocimiento foral ha quedado en una pura fórmula, vinculado a la suerte de la Constitución y sin que se reconozca su naturaleza de pacto, sino presentándolo como una concesión. Nosotros nunca quisimos que el fuero quedara por encima de la Constitución, pero la suspicacia y la ambigüedad hicieron su trabajo. pese a que estaba absolutamente claro que el texto de nuestra enmienda no ponía en duda la unidad del Estado ni era un trampolín que ocultaba deseos secesionistas. Los diputados y senadores del PNV no hemos puesto en duda esa unidad, sino que planteábamos una concepción del Estado más ajustada a la realidad histórica que la liberal jacobina.Nuestra respuesta lógica hubiera sido el no, pero más allá de nuestra convicción consideramos que la Constitución abre el desarrollo de un proceso autonómico. aunque ambiguo, que nos hace oscilar entre nuestro innato optimismo y el pesimismo que se desprende de los análisis históricos. No queremos adoptar una postura que pueda parecer agresiva contra la Constitución en este momento. Trabajaremos con voluntad reformadora de esta Constitución, a partir de los mecanismos que ella misma establece. No potenciaremos una vuelta a la dictadura ni colaboraremos en ningún proceso de disturbación democrática. Pero tampoco podemos decir sí a un texto que contiene aspectos que van contra puntos doctrinales sagrados para nosotros. No queremos tampoco la violencia. Y termino recordando que en la República los diputados vascos no votaron a favor de la Constitución, y ahí está la actitud de nuestro partido de defensa de la República y de su legalidad en la guerra civil.»
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