"El proceso constituyente ha sido posible gracias al pueblo y a la Corona"

«En estas horas históricas no podía faltar la voz del Gobierno. Culminamos, creo que de forma brillante, el proceso de elaboración de la Constitución. Sólo resta someterlo al referéndum del pueblo español, del que es de esperar su masiva aprobación.Esta es una Constitución singular que desmiente que haya dos Españas irreconciliables y que establece una razonable, pacífica y ordenada convivencia. Es fruto de un momento peculiar y la colaboración de todas las fuerzas políticas, y es progresiva porque persigue metas de libertad, igualdad. justicia y solidaridad. Recoge los valores de este tiempo nuevo y mejor. Y es un marco amplio que permite gobernar de acuerdo con la opinlón del pueblo. En lo relativo a la organización territorial, la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de España y el reconocimiento, de forma amplia y sincera, de las autonomías. Es pues, una Constitución que responde a las cuestiones fundamentales y en el fondo de ellas a la pregunta de quién manda y gasta dónde manda.

Es la obra de la soberanía nacional, de un largo proceso que ha impulsado la Corona a fin de que el pueblo recuperara su soberanía. Todos podemos alegrarnos porque somos vencedores de una batalla contra el miedo

El Estado que la Constitución delinea no puede limitarse a reconocer las libertades formales, sino que debe remover los obstáculos para que se conviertan en una realidad cotidiarta. Un Estado en el que el pueblo controla a sus representantes y asegura su primera libertad: la libertad del pueblo. Un Estado fuerte, que reconoce una función medular a las Fuerzas Armadas.

Se ha hecho mención, por el portavoz del Grupo Socialista al sentido y alcance de la disposición octava. La Comisión Mixta percibió con rigor la naturaleza del problema que se planteaba y lo ha solventado con precisión e inteligencia. Sin generar vacíos en las instituciones para pasar de una legalidad a otra y garantizando el pronto funcionamiento de la propia Constitución. En el plazo de un mes el Gobierno debe decidir si convoca elecciones generales. Me corresponde adoptar una decisión política fundamental y, esa potestad es del Gobierno, como contrapartida del desgaste que supone gobernar. De la misma forma que no debe exigirse a la Oposición que anuncie antes de tiempo la proposición de un voto de censura, del mismo modo no debe esperarse que el Gobierno anuncie antes de tiempo si disolverá, o no las Cámaras.

Es importante también resaltar, con la finalidad de que no se generen frustraciones, que la Constitución no será suficiente para el cúmulo de problemas con que se enfrentan los españoles. Bueno será que todas las fuerzas políticas cooperen en un objetivo: fomentar la ilusión y la esperanza.

Creo que podemos pedir al pueblo español que asuma su protagonismo y vote a favor de la Constitución. Como diputado, como presidente de UCD y como presidente del Gobierno pienso que podemos felicitarnos. Este proceso ha sido posible gracias al pueblo español y a la Corona, que lo representa como símbolo del Estado, y gracias al patriotismo y responsabilidad de don Juan Carlos.»