"Alta política" en la subasta de las Ventas

La opinión más generalizada en medios taúrinos es que hay unas condiciones ineludibles que debe establecer la Diputación, las cuales convergen en la necesidad de que se promocione como es debido la fiesta de toros en Madrid, en adecuada respuesta a la afición nutrida y verdadera que hay en esta capital y a su censo de población. Es obligado, por tanto, que la Diputación exija al arrendatario que dé toros todos los días festivos de marzo a octubre, también un día laborable cada semana de abril a septiembre, organice abono con motivo de las fiestas patronales de, San Isidro, sin que éste tenga que ser necesariamente largo, y monte un sustancioso número de novilladas.Parece, sin embargo, que en el pliego que prepara Leopoldo Matos se liquidan tales planteamientos de la siguiente forma: habrá toros, efectivamente, los días festivos; la feria de San Isidro tendrá un mínimo de doce corridas (no hay límite máximo); se organizarán festejos los jueves del mes de septiembre (para los restantes meses no se dice nada); y se montarán del orden de la docena de novilladas sin picadores.

Es una forma de no apretar a la nueva empresa, pues este programa que propondría la Diputación no necesita ni siquiera esfuerzos de imaginación para cumplirlo con toda comodidad. Pero además, Leopoldo Matos, según nuestras fuentes de informacion, mantiene de las actuales condiciones dé arrendamiento una estipulación sibilina, según la cual sólo podrán concurrir a la subasta aquellos empresarios que durante un período de tres años hayan administrado plazas de primera categoría, que en toda España son nueve, y de ellas una no existe (San Sebastián) y otra está prácticamente cerrada (Las Arenas, de Barcelona).

Empresarios

Empresarios que tengan la condición señalada son, por otra parte, también nueve, pero entre casi todos ellos hay al propio tiempo pactos o están asociados, de suerte que el número se reduce a su vez. De esta forma, Pedro Balañá absorbe a Diodoro Canorea; los hermanos Martínez Flamarique (Chopera grandes) absorben a los hermanos Martínez Uranga (Chopera chicos); NPTMSA a Barceló (antigua empresa Alegre y Puchades), y quedan sin demasiadas opciones ante cada uno de estos tres potentes empresarios de mayor influencia los hermanos Roger Valencia y la sociedad Miranda-Jiménez Blanco.Pero, por añadidura, según rumor muy insistente en el mundillo taurino, NPTMSA, Balañá y Chopera grandes pactan para hacer comunión de intereses para la subasta y consiguiente explotación de Las Ventas, con lo cual los Valencia y Miranda ven aún más disminuidas las posibilidades. Un décimo candidato, del que se ha hablado muy poco sería Pepe Dominguín, el cual tuvo un tiempo la plaza de Zaragoza, que es de primera categoría, junto a Julio Suso, y podría dar lásorpresa si decide acudir a la subasta -pues puede hacerlo- con el adecuado respaldo económico.

Canon

Conviene recordar, al respecto, que en la anterior subasta, hace diez años, Pepe Dominguin, su hermano Domingo, y Emilio Miranda, en sociedad los tres, jugaron fuerte e hicieron una oferta muy superior a la de NPTMSA, no obstante lo cual no ganaron la puja puesto que por contrato anterior con la Diputación esta empresa tenía derecho de tanteo. El resuftado fue que en lugar de los veinticinco millones de pesetas que había ofrecido, NPTMSA hubo de abonar el canon que figuraba en la plica de los Dominguín, que era de 37.777.773 pesetas.Esta última cifra es el canon actual, aunque la cantidad que paga el arrendatario es muy superior dado que existía otra cláusula referida a porcentajes sobre la taquilla cuando su volumen bruto rebasa determinada cantidad y además son a su cargo, las obras de adecentamiento del edificio de la plaza. En resumidas cuentas, según se dice en, medios taurinos, NPTMSA viene a pagar a la Diputación del orden de los 55 millones de pesetas al año. Los beneficios netos se desconocen, pero se calcula que sólo los que deja la feria de San Isidro rebasan los sesenta millones de pesetas.

Otra cosa es que la sociedad tenga unos ingresos tan saneados como esta cuenta de la vieja permite suponer, pues entran en el negocio otras plazas, así como fincas y ganaderías de reses bravas, de su propiedad, y los balances de fin de año no ofrecen, ni mucho menos, tan halagüeños resultados.

El mayor paquete de acciones de NPTMSA pertenece a la viuda de José María Jardón y el resto está repartido en participaciones no demasiado relevantes, entre las cuales seencuentran las que corresponden a los Chopera grandes y Pedro Balañá. Estos recibieron de la sociedad en 1968 sendos paquetes de acciones, según solventes hombres de negocios taurinos, a cambio de no presentarse a la. subasta de la plaza, que justamente se celebró aquel año.

Pacto

Ahora han cambiado las posiciones. Hay una creencia muy extendida entre las fuentes aludidas, según la cual la viuda de Jardón habría decidido retirar de la sociedad su capital, y como lo mismo harán, presumiblemente, Balañá y Chopera, la empresa se disolvería. Gerente de la misma es Fernando Jardón, hijo de la accionista mayoritaria, el cual conoce perfectamente las posibilidades reales del negocio y dispone de, un fuerte patrimonio, pero a su vez es consciente de que las críticas a su gestión han sido tan adversas, que pueden operar en su contra a la hora de decidir el concurso-subasta, por lo cual habría resuelto asociarse con los Chopera grandes.Estos son, quizá, los empresarios de más prestigio en el concierto taurino mundial. Efectivamente, han hecho una labor brillante en la mayoría de las plazas que explotan, sobre todo en la de Bilbao, y el, más caracterizado miembro de la empresa, Manuel Chopera, tiene una imagen muy favorable; da la impresión de ser emprendedor, con ideas, decisión para ejecutarlas y empeño en hacer bien las cosas.

Queda, Pedro Balañá, que da la imagen totalmente opuesta, pero, en contrapartida, es el empresario, de mayor poderío económico, con la máxima influencia sobre todos los estamentos del mundo taurino lo cual le hace especialmente temible en cualquier situación de enfrentamiento o competencia tanto como valiosísimo en calidad de socio o aliado.

Juntos los tres alcanzan una fuerza que cabe calificar de total a todos los niveles, y si se confirma el pacto es seguro que con el.mero hecho de establecerlo habrán alcanzado el dominio absoluto sobre el negocio taurino allá donde se celebren corridas de toros.

Sus poderes

Entre otros muchos, y aparte los respectivos capitales que les respaldan, estos son sus poderes:NPTMSA. Administra las plazas de Madrid, Valencia, Castellón, Gijón, Colmenar, Zamora y Alcázar de San Juan. La propia empresa o sus más caracterizados empleados apoderan a Manzanares, Ruiz Miguel, Andrés Vázquez, Emilio Muñoz y diversos toreros de segunda fila. Está asociada con José Barceló, presidente de la asocíación de empresarios, que lleva las plazas de Alicante, Murcia y Benidorm.

Balañá. Tiene las plazas de Barcelona (Monumental y Arenas),Huelva, Palma, Manzanares,Huesca, Mérida, Inca, Calatayud, Almagro, Linares, Sevilla, Puerto de Santa María, Jerez, Guadalajara, Aranjuez, etcétera, hasta cerca de la treintena. En varias de ellas, asociado, entre otros empresarios, con Conorea (como en Sevilla).

Chopera grandes. Una veintena de plazas, entre las que se encuentran las de Bilbao, Burgos, Logroño, Toledo, Salamanca, Badajoz, Almería, Zafra, varias francesas, etcétera. Ha decidido esta empresa no presentarse a la subasta de la plaza de Valencia, con lo cual quizá da paso a sus parientes Martínez Uranga (Chopera chicos), que por este motivo podrían no hacer mucha fuerza para acudir a la de Madrid. Estos también tienen otra veintena de plazas, como las de Cáceres, Zaragoza, León, Santander, Teruel, Mérida, Ubeda, Nimes, etcétera. Ambas ramas de la familia poseen ganadería. Los Chopera grandes apoderan a Teruel y está en su órbita Julio Robles, a quien áirige Angel Luis Bienvertida; los chicos, al Niño de la Capea y Dárnaso González.

Quedan en competencia los hermanos Valencia, con un número importante de plazas -Vitoria, Córedoba, Tarragona, Alcalá, etcétera-, y Miranda -Granada, Cuenca, Ondara, y pocas más.

La cifra base de licitación para la subasta de Madrid ha podido ascender a 65 millones de pesetas y tras la puja se puede convertir en cien millones o más la cifra definitiva del canon. El pliego de condiciones aún podría ser más sutil aquí y terminar con todo obstáculo en el camino de los tres grandes hacia la administración de la plaza: bastaría con que impusiera al ganador de la subasta el pago por adelantado de los cinco años de arrrndamiento, lo que obligaría,a un desembolso. inicial de quizá seiscientos millones o más. Los taurinos aseguran que esa operación sólo podría afrontarla Balañá.

Otras sociedades y empresas esperan con inquietud la publicación del pliego, para intentar su gran sueño de acceder a la plaza de Las Ventas. Hay cerca de cuatrocientos empresarios taurinos, algunos de ellos con afición y solvencia contrastadas, que tienen derecho a no verse rechazados por una cláusula discriminatoria.