Bandrés: "El País Vasco puede dar la nota diciendo «no»"
«La Constitución es un banquete de bodas entre UCD y el PSOE, en el que el País Vasco puede "dar la nota" diciendo "no".» Así definió el senador Juan María Bandrés el texto constitucional en un mitin celebrado el domingo por la coalición Euskadiko Ezquerra, en el trontón de Sestao (Vizcaya), en el que participaron sus principales dirigentes y el senador Lluis María Xirinacs como invitado.Más de 4.000 personas abarrotaron -exterior incluido- el frontón de Sestao, localidad obrera situada en la margen izquierda del Nervión. En el interior, profusión de ikurriñas y banderas de EIA,
Xabier Larena -antiguo militante de ETA, extrañado- calificó a la Constitución de «opresiva y represiva» para Euskadi, y atacó a los partidos que denominó «obreros reformistas» por no haber defendido el término «autodeterminación», que constaba en sus programas electorales
Alberto Figueroa, ex secretario de HASI y hoy miembro de EKIA, fracción escindida de aquel grupo -en proceso de convergencia con EIA-, dijo, refiriéndose a la Constitución: «Nosotros la rechazaremos, pero no tiramos la toalla; continuaremos en el Parlamento y en el Consejo General Vasco para denunciar las limitaciones que nos quieren imponer.»
El secretario general de ElA, Mario Onaindía -otro de los extrañados- comenzó su intervención diciendo: «Vamos a decirlo claro, aunque la prensa de Madrid se ponga histérica: queremos la autonomía como paso previo a la total liberación nacional, o sea, la independencia. Pero no queremos imponer esta idea a nadie; por ello exigimos la autodeterminación.»
Juan María Bandrés analizó los puntos negativos que para él tiene la actual Constitución: Monarquía, lenguas oficiales, bandera, patriotismo indivisible. «El texto significa -dijo- la constitucionalización del golpe de Estado por el papel que se arrogan las Fuerzas Armadas y la consagración de un estado de excepción permanente contra el País Vasco y contra el pueblo que se ponga a nuestra altura. Se trata de una Constitución de UCD, con la "calderilla" para el PSOE.»
El senador catalán Xirinacs cerró el acto haciendo, en primer lugar, mención a los «viejos tiempos» en que conoció a los hombres de ETA (Garmendía entre ellos). Luego se refirió a la Constitución, de la que dijo «es una dimisión de la izquierda». Tras recomendar a los asistentes que mediten bien lo que van,a votar, señaló: «Yo votaré "no".»
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