Sólo una línea de aubbuses para mil personas
Desde el pasado 2 de octubre los problemas de transporte público entre Móstoles y Madrid se han agudizado, al suprimir una de las líneas, la que pasaba por la avenida del Generalisimo y disminuir los viajes en la otra, por la calle Caltaya. De esta forma, una población de más de 100.000 personas depende sólo de un servicio de autobuses cada vez más deficiente y del ferrocarril suburbano de Renfe, que termina su servicio a las once de la noche.La empresa De Blas, propietaria de los vehículos, está intervenida por el Gobierno Civil desde agosto del año cuando la empresa se declaró al borde de la quiebra y amenazó con suspender el servicio totalmente. Desde febrero de este año, la dirección de la misma está encomendada a cinco funcionarios de la primera Jefatura Regional de Transportes, organismo de quien, lógicamente, debe haber partido la orden o la autorización para reducir la frecuencia del servicio hasta límites tan conflictivos.
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