Manuel Fraga: "España se está quedando sin pulso"
«España se está quedando sin pulso», afirmó el secretario general de Alianza Popular, Manuel Fraga, en el discurso de clausura del primer congreso regional de dicho partido en Galicia, celebrado ayer en Santiago de Compostela.«Nada ha contribuido a crear el clima de confianza en el que pueda desarrollarse una economía eficaz y dinámica; estamos en una verdadera suspensión nacional de pagos», aseguró el señor Fraga. Asimismo calificó a la Constitución de «una opción perdida», aunque subrayó que había que aprovechar lo válido de ella.
En cuanto al desarrollo del congreso, equipos de trabajo y ponentes a título particular, elaboraron cuatro extensos informes que fueron discutidos y aprobados como ponencia a incorporar a la política regional gallega de AP. El primero de ellos, sobre las nuevas generaciones, sitúa a las juventudes aliancistas entre los jóvenes que tienen «ansias e ilusión por ser útiles». De manera simplista, establece que todo lo demás son «los que, teniendo las espaldas cubiertas, se permiten el lujo de criticar todo y hacer política de salón» o «los que, a pesar de su corta edad y experiencia, ya lo tienen todo superado».
La segunda ponencia, sobre política regional, es quizá el documento más profundo que ayer discutió AP sobre Galicia. Contiene un estimable análisis de la cuestión regional a partir de la idea del Estado nacional y centralizador y de las experiencias regionalistas europeas, que la ponencia demuestra conocer al detalle. «Ahora se trata -afirma la ponencia- de completar el cuadro, dando entrada, por vía evolutiva, a nuevas formas de ordenación territorial más complejas; unas superiores, como la Comunidad Europea, y otras inferiores, como las regiones históricas españolas, entre las que Galicia ocupa un lugar muy claro, específico y entrañable.»
Sorprenden en esta ponencia aliancista las referencias de respeto e incluso de moderada admiración que se hace a las Irmandades da Fala, a las asambleas nacionalistas y demás movimientos de carácter cultural y autonómico que han intentado formalizar una equilibrada identidad gallega, así como la estima por los antecedentes autonómicos del estatuto plebiscitado en 1936. «Estamos ilusionadamente esperanzados -dice el texto de la ponencia- ante la preautonomía gallega aprobada por real decreto-ley de 16 de marzo.»
Sin embargo, sobre este último tema, Manuel Fraga fue menos cauto en la rueda de prensa que siguió al congreso. Reiterando sus conocidas críticas al Gobierno de UCD, afirmó que «AP no ha sido muy partidaria de las preautonomías, porque este tema no gana nada con las improvisaciones, y los planteamientos fueron muy ligeros». Todavía añadió sobre el establecimiento de la preautonomía que «se dieron antes los cargos y los sueldos que las competencias».
Manuel Fraga insistió en que Nueva Mayoría saldrá adelante y que el 80% de los electores del propio partido gubernamental están de acuerdo con sus postulados de negar el marxismo, el separatismo y el reaccionalismo.
