Se autolesionan cincuenta reclusos en Carabanchel
Cerca de medio centenar de reclusos de la cárcel de Carabanchel se autolesionaron en la tarde del martes en solidaridad con los 37 internos que cumplen sanciones en celdas de la llamada rotonda, según han informado fuentes del propio centro penitenciario.Los presos habían anunciado previamente su intención de lesionarse al parecer, ante la poca efectividad y repercusión que estaba teniendo la huelga de hambre. Los autolesionados, cuyas heridas en ningún caso revistieron gravedad, fueron atendidos en la enfermería del centro.
En relación con la huelga de hambre de los presos extranjeros, a los que se sumaron también algunos nacionales del mismo centro penitenciario, se desconoce el número de reclusos que se han adherido a esta postura, ya que el economato de la prisión está abierto y los paquetes de alimentos que envían sus familiares circulan con normalidad. Fuentes oficiales han declarado que aunque no pueden controlar la huelga, estiman que la han secundado un número reducido de reclusos.
La huelga de hambre ha intentado ser mantenida, según algunas fuentes cercanas a los reclusos, por los presos más combativos, que trataban de efectuar un control sobre los paquetes y cubos de comida. Al fracasar este intento decidieron producirse autolesiones.
Respecto a los presos que cumplen sanción, la dirección de la cárcel de Carabanchel ha especificado que dichos reclusos se encuentran en unas celdas de nueva construcción situadas en lo que llaman «la rotonda». Dichas celdas tienen mayores condiciones de seguridad, y quienes las ocupan están cumpliendo sanciones pendientes por otros motivos y que hasta ahora no habían podido ser cumplidas por falta de lugar específico.
El director de la cárcel de Carabanchel, Carlos Parada, ha aclarado que aunque entre los reclusos de «la rotonda» estén los que presumiblemente interrogaron y torturaron a otros compañeros, no es por esta causa por lo que están en las mencionadas celdas, ya que será el juez quien deba determinar su culpabilidad. Los internos que están cumpliendo sanción tienen comunicaciones con los familiares, reciben paquetes y prensa, pero no pueden estar con el resto de la población reclusa.
Por su parte, la Copel -informa Efe- ha manifestado que día pasados un grupo de presos decidió desarticular una red de chivatos-colaboradores que había sido montada por tres jefes de servicio y que al tenerse conocimiento de la desarticulación de la red se produjeron cacheos y la toma por asalto de la prisión por las fuerzas antidisturbios de la Policía Armada. La Copel dice también que los presos más concienciados han sido acusados sin ninguna prueba de ser los autores de las torturas a los chivatos colaboradores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.