Los partidos políticos no ofrecen al deporte más que promesas

El deporte goza de la mayor ignorancia y olvido de los políticos, tanto del partido que se encuentra en el poder, como de los que aspiran a él. La próxima Constitución apenas se preocupa del deporte. Los representantes de las federaciones nacionales se entrevistaron ayer con los presidentes de las comisiones de Cultura del Congreso y el Senado. Estos políticos reconocieron esa situación, aunque prometieron toda la ayuda posible.

«No tienen que convencerme de la importancia del deporte», aseguró el presidente de la Comisión de Cultura del Senado, José Antonio Escudero. El senador fue uno de los miembros que estudió la elaboración de la Constitución, y en ésta apenas se contempla el deporte. «Apenas se ha movido el mundo del deporte para plantear su problemática», fue su excusa. Es posible que esta excusa corresponda a la realidad con raras excepciones. Benito Castejón, en la reunión con los presidentes de las federaciones nacionales, demostró encontrarse prácticamente derrotado en su lucha en favor del deporte contra los políticos.Benito Castejón, con esa actitud de incapacidad, de forma indirecta, convenció a los presidentes de las federaciones nacionales para levantarse en «guerra». No hubo unanimidad. El presidente en funciones de la Federación de Judo, ex brigada de la Guardia Civil, se opuso a esta protesta en las dos Cámaras del Parlamento. Siete presidentes llegaron a insinuar una huelga general del deporte. Benito Castejón, ante situación tan decisiva, casi exigió un voto de confianza para su trabajo. Cuando se disponía a abandonar la reunión para que los presidentes obrasen con plena libertad, el presidente de la Federación de Tenis, Pablo Llorens, manifestó su total apoyo a Benito Castejón. El director general de Deportes fue apoyado unánimente por sus presidentes. No hubo necesidad de que se ausentase. El deporte español se ha mostrado más unido que nunca en esta lucha por sus reivindicaciones, aunque el presidente de la Federación de Atletismo, Juan Manuel de Hoz, haya preferido no acompañar a sus compañeros ante el Congreso y el Senado, pese a que le invitaron. Juan Manuel de Hoz preferirá hacer públicas sus protestas en los medios informativos. Seguirá sin contar con el dinero, suficiente y oponiéndose a la política de Benito Castejón.

José Barea, subdirector de Hacienda, encargado de Gasto Público y Presupuestos, al que el viernes visitarán estos representantes de federaciones nacionales, indicó que no era conveniente que cerca de cincuenta personas (los presidentes que se comprometieron a ello) se presentaran masivamente en el Congreso. Entonces se decidió formar una comisión restringida, formada por los presidentes de las federaciones más distinguidas en número de afiliados y por los éxitos obtenidos. Félix Fernández, presidente de la Federación de Gimnasia, se convirtió en portavoz, y los de las federaciones de Caza, Tiro, Tenis, Vela y Piragüismo, además de la Federación de Fútbol, representada por su tesorero, Gil de la Serna.

Los representantes de las federaciones defendieron su postura: mayor presupuesto y apoyo a la ley del Deporte, con datos que llegaron a convencer al presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, al que visitaron en un despacho del mismo, y, al del Senado, en el Instituto Español de Emigración, donde trabaja. Los representantes de las federaciones indicaron que los Presupuestos Generales del Estado, desde 1976 al próximo año, han registrado un aumento de un 205%, que con el valor adquisitivo de la peseta supone un incremento superior al ciento por ciento, mientras que en ese mismo tiempo el presupuesto del deporte ha sufrido un retroceso de un 37%, y la actividad deportiva ha aumentado cerca de un ciento por ciento.

Los representantes de las federaciones justificaron la importancia del deporte a través de los diversos aspectos por los que se puede contemplar: como ocio y diversión y como una inversión. Se presentó al deporte como un remedio de salud física y de entretenimiento ante los tres millones de alcohólicos y los doce mil casos de cirrosis hepática que existen actualmente en la juventud española o ante el gran número de accidentes laborales ocasionados por el alcohol y que suponen al Estado un gasto de cerca de mil millones de pesetas al año. El mundo de la droga hace estragos en la juventud, al igual que la delincuencia. Según encuestas realizadas no hace mucho, el 66% de los jóvenes quieren hacer deporte, pero solamente el 25% de ellos pueden hacerlo.

El deporte está considerado como un derecho de cualquier ciudadano. Al mismo tiempo que sirve de ocio y diversión, supone una inversión más en el ámbito internacional. El deporte genera cantidades importantes de impuestos, sobre todo en material, y luego no revierte a él porque ha de conformarse con el dinero de las quinielas, un impuesto voluntario de quienes juegan.

Los partidos políticos no tienen interés por el deporte. Cada día hay menos apoyo y menos dinero para él. Apenas muestran preocupación alguna por esta faceta como formación del ciudadano. Después de estas dos visitas, y las que continuarán a todos los partidos con representación en el Parlamento, los presidentes de las federaciones solamente han recibido promesas. El presidente de la Comisión de Cultura del Senado quizá fuese más explícito que el del Congreso. Indicó que estos presidentes se constituyesen en comisión y planteasen su problemática ante los miembros de esa Comisión de Cultura del Senado.

Los profesores de educación física, por su parte, se han adherido a esta postura a través de una nota oficial. Insisten en la agilización de la ley del Deporte, solicitan mayores presupuestos estatales y la aprobación de sus estatutos.