Los empresarios consideran insuficiente apoyar la inversión con desgravaciones fiscales

La reciente decisión del Ministerio de Hacienda de incluir en la ley General Presupuestaria un artículo tendente a fomentar la inversión privada mediante desgravaciones del impuesto de sociedades, no ha llenado de gozo a los empresarios, cuya reacción ha sido mucho menos favorable de la que cabría esperar.

Todos los consultados por EL PAÍS han puesto reparos de diferentes grados a la decisión de Hacienda que, en todo caso deberá ser aprobada por el Consejo de Ministros y posteriormente por las Cortes, en donde deberá entrar antes del 15 del presente mes de octubre.Un calificado miembro de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) calificó esta medida como insuficiente y en todo caso parcial. En opinión de este portavoz la desgravación, que llega hasta el 15 % de la cantidad a invertir y hasta el 50% de la cuota del impuesto de sociedades, no llega al 20 y 50% previsto en el proyecto de ley que sobre este impuesto está en poder de las Cortes a la espera de dictamen. En efecto, el citado proyecto de ley contempla la posibilidad de desgravar el 10 y el 50%, respectivamente, por la inversión realizada. Sin embargo, en la disposición adicional segunda del proyecto se señala que en casos excepcionales esta desgravación podría llegar hasta el 20% del monto total de la inversión y el 50% de la cuota, porcentajes superiores a los ahora propuestos por los dirigentes de Hacienda.

Según la citada fuente, en opinión de la CEOE se considera que la desgravación debería ser más generosa, aunque no por ello no se sientan satisfechos.

La desgravación fiscal propuesta es importante, aunque no es más que una anécdota dentro de todo un contexto que se debe clarificar y que va desde las reglas del juego a las posibilidades de mercado. Esta patronal mostró su preocupación por el hecho de que se aborde este asunto de la desgravación fiscal, y sin embargo otros como el de las plusvalías puramente monetarias producto de la inflación o el régimen de amortizaciones no son contempladas en el proyecto de ley de impuestos sobre sociedades actualmente en el Congreso de los Diputados.

Si esa es la opinión de los empresarios englobados en la CEOE, la postura de los pequeños y medianos, englobados en la COPYME (no fue posible hablar con ningún representante de la CEPYME a lo largo de los últimos días), no es muy distante. En efecto, Enrique Miret Magdalena (presidente de la Confederación de Organizaciones de la Pequeña y Mediana Empresa) se mostró remiso a aceptar la citada medida como panacea de la falta de inversión existente en España. «La medida me parece interesante para las empresas; sin embargo, nunca se ofrece nada específico para las empresas medianas y pequeñas, tal y como apuntaba el pacto de la Moncloa.»

En opinión del dirigente de la COPYME, la medida tendrá poca efectividad en la práctica en tanto no desaparezcan los motivos que crean desconfianza entre el empresariado. Sólo un pactó económico-social amplio en donde se contemplase la reactivación económica dentro de un marco concreto podría decidir al empresario a invertir, agrega el presidente de la Confederación. «Una medida como la señalada sólo podría tener éxito en el marco antes citado.»

La banca tampoco parece excesivamente satisfecha con la decisión de Hacienda y se muestra escéptica ante la acogida de esta medida por parte de los empresarios. Según reconocía a EL PAÍS un bancario de primera fila, la decisión en este momento, salvando los problemas de confianza, no sólo consiste en ayudar a la inversión a través de estímulos fiscales, sino lo que se hace absolutamente necesario es arbitrar fórmulas para que se haga realidad una financiación adecuada para el empresario. «Por mucho apoyo a la inversión que se quiera dar por la vía fiscal, no se conseguirá nada si lo que falta es el dinero.»

La realidad es que con el precio que está alcanzando el dinero en la actualidad, y las dificultades de financiación a medio y largo plazo que encuentra el empresario, no valen desgravaciones fiscales a la inversión, aunque es posible que si se clarifica el panorama de cara a 1979 en materia de política económica y monetaria la medida puede surtir efecto.

La conclusión a que se llega, tras pedir la opinión a diversos empresarios y expertos en materia de inversiones, es que los empresarios agradecerían, por encima de todo, de cara a reactivar la inversión, un marco de relaciones laborales absolutamente clarificador y que por supuesto contemplase la movilidad de plantillas, aspecto este que en opinión de los dirigentes empresariales prima ante cualquier otro apoyo que se pueda realizar a la inversión.

Hacienda clarifica

La opinión del Ministerio de Hacienda pone de relieve, según fuentes consultadas por EL PAÍS, que la desgravación fiscal a la inversión por la vía del impuesto de sociedades en un 15% del monto de la inversión y hasta un 50% de la cuota supone ofrecer a la inversión una rentabilidad del 15 % de entrada.

La postura de Hacienda reside en que, si bien reconocen que la desgravación del proyecto de ley actualmente en las Cortes es superior en porcentaje, no lo es en rentabilidad, ya que el artículo del proyecto de ley general presupuestaria contempla la posibilidad de que la desgravación pase a años siguientes si el 15% de la inversión supera el 50% de la cuota. Es decir, si el 15% de la inversión que se puede desgravar supera el 50% de la cuota, la diferencia se podrá pasar a los años siguientes.