Inesperado anuncio de un viaje de Berlinguer a Moscú
Después de la última reunión de la dirección del Partido Comunista italiano, en la cual se confirmó la línea del partido en defensa de la política de unidad nacional, Enrico Berlinguer sorprendió a todos los observadores políticos anunciando un viaje que nadie se esperaba: salió ayer hacia París, de allí irá a Moscú y después a Belgrado. Con un comunicado muy breve, el PCI declaró que Berlinguer se encontrará con Marchais, Brejnev y Tito «para discutir sobre la situación mundial y, sobre todo, la europea, en relación con la distensión y la cooperación internacional, y también sobre los problemas del movimiento obrero y comunista».
Este viaje, piensan los observadores, tiene un indudable significado político. Al parecer, Berlinguer intenta dar fuerza al eurocomunismo en un momento en el que había recibido duros golpes con la aparición en la escena política de algunas fuerzas conservadoras, y ante el peligro de la división de las izquierdas, sobre todo en Italia y Francia.
Pero existe también un motivo personal. Berlinguer necesita aumentar su prestigio en vistas al próximo congreso de su partido, donde podría encontrar problemas, a pesar de su carisma personal. De hecho, se dice que no se discute su persona, pero sí su política dentro del partido.
No cabe duda que con este viaje y con otros, al parecer ya en cartera, a Polonia, Hungría y España, el secretario general del mayor partido comunista de Occidente intenta aumentar la credibilidad y el apoyo internacional a su partido, en el momento en el que en Italia los socialistas, con el líder Craxi, se están preparando a dar una verdadera batalla para convertir el partido de Nenni en un partido que no sea «un monaguillo» de comunistas y democristianos, como dijo el mismo Craxi.
