Nicolás Redondo: "Un pacto por tres años impediría la alternativa de la izquierda"
«Si yo fuera miembro de UCD querría un acuerdo para tres años y si pudiera ser para diez, mucho mejor, porque así garantizaría mis intereses. Nosotros, como UGT, estamos totalmente en desacuerdo con llegar a unas negociaciones que nos puedan abocar a un compromiso para tres años. Creemos que es dar un cheque en blanco a UCD, que es primar a un Gobierno de derechas, que es impedir, en cierta manera, una alternativa en el Gobierno de un partido de izquierdas, de acuerdo con otra expresiones políticas», afirmó el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, durante una rueda de prensa celebrada en Pamplona, al finalizar el primer congreso de UGT de Navarra en el que eligió la nueva comisión ejecutiva y se reafirmó la integración de la UGT navarra en su homónima a nivel de Euskadi.
Insistiendo en la idea del pacto social a tres años propuesta por el Gobierno. Nicolás Redondo volvió a señalar que «creemos que sería negativo un pacto de este tipo para la clase trabajadora y para las clases populares. Sería una profunda desmovilización de la clase trabajadora y provocaría una frustración, una atonía sindical, incrementando los grupos extraparlamentarios y también, ¿por qué no?, los grupos terroristas. Creemos que ha llegado el momento de dar entusiasmo al pueblo. De que el pueblo tenga fe en la política y en los partidos. Por eso pedimos, exigimos, que se vaya a las alternativas, que se vaya al Parlamento y que cada partido defienda la opción que le corresponde: los partidos de derecha como partidos de derecha y los partidos de izquierda representando los intereses de clase a los que están obligados. Por eso vamos a rechazar la presencia de los partidos en la negociación. Los partidos políticos, que vayan al Parlamento».En cuanto a la jornada de reflexión de la pasada semana. Nicolás Redondo afirmó que UGT había ido con un criterio claro y que era «no entrar en el debate del documento del Gobierno porque nos parecía que la reunión estaba únicamente dedicada a la política electoral de UCD y el Gobierno, de querer explotar esto por motivos puramente electorales. Así no se podía discutir ninguno de los puntos, ya que no se podían adicionar los criterio de las centrales sindicales. Por tanto, no dimos ningún criterio, ya que no se pudo adicionar nada de lo que dijo la UGT y por consiguiente tampoco asumimos el documento, que responsabiliza exclusivamente al Gobierno y su partido, UCD. Después de la reunión, dijimos que fue ambigua, en consonancia con la ambigüedad de UCD y del propio Gobierno. Si se tiene que rendir cuentas al país de lo que supusieron los acuerdos de la Moncloa, que el Gobierno las de a través del Parlamento».
El primer congreso de UGT de Navarra finalizó con la elección del comité ejecutivo y con el triunfo de la línea del PSOE, frente a otras opciones que propugnaban una mayor independencia del sindicato. Adriano Santalla, con 8.829 votos, fue elegido secretario general.
Coincidiendo con el primer congreso de la UGT de Navarra, el secretario del comité ejecutivo de la UGT de Euskadi y secretario del sindicato en Navarra, José Antonio Carpintero, ha sido expulsado de la UGT, según una resolución de la comisión confederal de conflictos del sindicato. Carpintero había dimitido la semana pasada del PSOE.
Por otra parte, cuatro militantes han sido suspendidos por la misma comisión por un plazo de dos años, y por un año otros cuatro. Según se explicó en una rueda de prensa, UGT acusa a José Antonio Carpintero de usurpación de cargo en varias ocasiones en las que actuó como secretario general sin serlo. Según UGT de Navarra, en una de las ocasiones firmó un contrato de trabajo a un administrativo de la Casa del Pueblo y en la otra un llamamiento a una huelga general, sin contar previamente con la representatividad de la UGT.
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