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Detenida una de las terroristas más buscadas en Alemania

La policía de Renania-Westfalia ha comunicado que, según indicios, la activista Angelika Speitel, detenida tras un tiroteo con la policía en el que resultó muerto un agente, formaba parte de un comando integrado por siete de los «cuarenta activistas más buscados» de la RFA («fracción del Ejército Rojo»), cuyo objetivo inmediato era atentar contra la vida de magnates de las finanzas alemanas. Según la policía, este comando probaba en la actualidad armas nuevas con las que habría de llevar a cabo sus atentados. Junto con la Speitel fue arrestado también el supuesto terrorista Michael Knoll. Ambos resultaron heridos durante el tiroteo.La detención de Angelika Speitel se produjo el pasado fin de semana en un bosque cercano a Dortmund, cuando la activista y otros dos compañeros practicaban el tiro al blanco. La policía seguía el rastro de este comando desde el pasado 6 de septiembre, fecha en que cayó abatido por las armas de los agentes otro de los supuestos terroristas más buscados por su supuesta participación en las muertes del fiscal Buback, del banquero Ponto y del empresario Schleyer: Willy Peter Stoll. De la lista de cuarenta activistas a cuya cabeza puso precio la policía a raíz de la muerte de Hans-Martín Schleyer, en octubre del año pasado, aún permanecen en libertad veintiocho.

Tensiones externas e internas

A pesar de lo que se presenta políticamente como una labor de rastreo policial que va siendo coronada por el éxito, la captura de los cuarenta militantes de la organización ha traído hasta ahora graves consecuencias en política exterior e interior.

Aparte conflictos diplomáticos, como el de Bonn y Belgrado, a consecuencia de la negativa a intercambiarse prisioneros sentenciados por terrorismo, el Gobierno federal tiene que hacer frente a la situación legal que presenta la detención en Gran Bretaña de Astrid Proll, que también figura entre los cuarenta y que ahora está casada con un honorable ciudadano británico, con todos los derechos que esto implica.

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De puertas adentro, el mismo éxito policial que ha significado la detención de Angelika Speitel ha conllevado tensiones dentro del aparato estatal. El portavoz de la policía de Renania-Westfalia ha sido cesado, tras declarar que el fiscal general del Estado, Rebmann, invadió una jurisdicción distinta a la suya al prohibir una conferencia de prensa de la policía para explicar los pormenores de lo ocurrido tras el 6 de septiembre, día de la muerte de Peter Stoll en un restaurante chino allanado por la policía.

Según el fiscal general, la policía no tenía por qué actuar sin contar con autorización judicial. Para la policía del Estado, el fiscal y sus distingos legales imposibilitaron la detención, al día siguiente, del comando al que también pertenecía Angelika Speitel.

Una vez más la lucha contra el terrorismo refleja una difícil posición en la misma frontera entre la legalidad constitucional alemana y la autonomía de la policía. Tanto es así, que fuerzas políticas como la de los jóvenes demócratas del Partido Liberal han pedido que, de una vez por todas, desaparezca la policía política.

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