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Escándalo en Francia ante la frecuencia de los incestos

El incesto en Francia vive aún la era siniestra que vivieron - la violación, la anticoncepción, el aborto: existe, cada cual puede palparlo en privado, pero continúa siendo un tema tabú del que es preferible no hablar, sobre el que pesa una prohibición que el filósofo Claude Levi Strauss estima como «uno de los fundamentos de toda organización social». El Código Penal galo ignora las relaciones incestuosas cuando las personas son mayores de edad y consienten. Si el acto se realiza a con una persona menor de edad la ley lo considera como circunstancia agravante de violación, lo que implica de diez a veinte años de reclusión.La ya referida ley del silencio que aún opera en esta penumbra de las relaciones humanas impide la elaboración de estadísticas veraces. En tiempos del aborto ilegal los quinielistas más científicos establecían cotas que cifraban la delincuencia entre 100.000 y un millón largo de abortos anuales. Algo parecido ocurre hoy con el incesto. El autor de una tesis sobre la cuestión, Robert Amet, opina que cabría estimar en trescientos los incestos que se producen en Francia al cabo del año. Pero éste, como otros especialistas, de igual manera que1a policía, convienen en que el pecado, la mayoría de las veces, escapa a todo tipo de control. Un experto policial dice al respecto: «Es imposible saber por cuánto habrá que multiplicar las cifras conocidas para evaluar aproximada mente el número de incestos en un espacio de tiempo determinado.» Para algunos habría que centuplicar los datos oficiales. A juzgar por testimonios recogidos durante los últimos meses, por estudios sobre el tema elaborados por sociólogos, y a la vista de casos concretos que han llegado hasta la policía, cabe afirmar que una especie de condicionamiento social actúa sobre los interesados, sobre las familias, sobre los individuos en general, para que la conspiración del silencio prospere.

Ejemplos: informes de la policía revelan que, frecuentemente, el incesto se descubre en última instancia como consecuencia del embarazo de la hija. Recientemente, una maestra supo que una alumna suya, de catorce años, estaba encinta de su padre y que los demás profesores lo sabían, pero no querían revolver la m... La policía afirma que, en la mayoría de los casos, la madre de la, familia, tras haber denunciado el incesto, se retracta y vuelve a la comisaría al día siguiente para asegurar que mintió el día anterior. Cuando es la hija quien acusa al padre ante la policía, la madre se revuelve contra ella y la acusa de mentirosa. No es posible saber con qué frecuencia, pero existen casos en los que, aun siendo menores de edad, las hijas consienten y gozan del incesto. Y análisis sociológicos enseñan que sólo el terror moral impide a muchas jóvenes desahogar sus deseo incestuosos. Janne, dieciséis años estudiante de segunda enseñanza recientemente afirmaba en privado que deseaba a los hombres maduros porque reencontraba en ellos a su padre, con el que mantenía «relaciones sexuales sólo verbales, porque ninguno de los dos nos atrevemos a dar el paso». Otro factor que favorece el disimulo del incesto en los medios obreros: «El deseo de proteger la célula familiar, porque la denuncia y, en consecuencia, la detención del padre perjudica a toda la familia»

Por parte de las jóvenes, el incesto se produce cuando su edad oscila entre los doce y los dieciséis años en la mayor parte de las ocasiones. Como consecuencia de traumatismos morales y físicos, acentuados por la leyenda obscurantista que envuelve al incesto, la policía y algunos expertos afirman que una parte considerable de las muchachas desembocan en la prostitución.

Los padres incestuosos, si se cree a los expertos, a veces son seres débiles dominados por su mujer, que se vengan en la hija o, contrariamente, tiranos familiares. Su edad va de los 35 a los 45 años, y dicen los casos censados por la policía que el alcoholismo es característica corriente de la personalidad de estos señores. Las madres «encausadas» parece ser que en su mayoría aceptan el incesto, sea para evitar un escándalo familiar, sea para aliviar su temor de un embarazo no deseado, esto último en el caso de hembras fértiles.

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