El 2 de octubre, reapertura de las factorías de Ascon

El próximo día 2 de octubre se abrirán los dos astilleros de Ascon para doscientos trabajadores de mantenimiento, y el lunes siguiente, día 9, para el resto de los trabajadores, hasta 1.850 personas que figuran en plantilla. Terminará así el más largo conflicto de la historia del movimiento obrero español de postguerra, ya que el 23 de septiembre se cumplen siete meses de cierre patronal.La decisión empresarial fue tomada ayer, en una reunión de todos los directivos de Astilleros Construcciones. «Es un programa que cumpliremos a rajatabla -manifestó un portavoz a EL PAIS- y que nada tiene que ver con otras posibles negociaciones.»

La dirección comunicó la noticia a las directivas estatales del metal de UGT y CCOO, en un breve contacto en el que los dirigentes obreros podrían haber planteado la necesidad de negociar algunos puntos, tales como las futuras relaciones en el seno de la empresa y los expedientes de regulación pendientes, o que se pretende tramitar.

La ejecutiva de USO, que había sido convocada, no acudió.

Por otra parte, el viernes podría comenzar un arbitraje para resolver sobre los 46 despidos. Tanto la empresa como el comité de lucha han aceptado la escritura arbitral propuesta por el Ministerio de Trabajo, después de que cada una de las partes rechazara la alternativa de la otra.

El arbitraje será, posiblemente, un simple formulismo para encubrir una negociación, de manera que se respete aparentemente la decisión de la mayoría de los trabajadores asistentes a la última asamblea, en la que se votó a favor de la solución arbitral. UGT y CCOO han considerado siempre que la fórmula es inadecuada e implica el riesgo de que los despidos efectivos sean más de siete, número al que se habla llegado en negociaciones entre las centrales y la empresa el pasado mes de mayo y que rechazó el colectivo.

A Medida que el conflicto se aproxima a su fin, el comité de lucha se ve más acosado. En el mismo permanecen sólo representantes de USO e independientes. Los nacionalistas de ING han dejado el comité, acusando a sus miembros de desmovilizar a los trabajadores y no respetar las decisiones asamblearias.