Ayer siguió la polémica en las Primeras Jornadas de la Condición Femenina
El segundo día de las Primeras Jornadas de la Condición Femenina, que se clausuran hoy en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid, transcurrió ayer en un ambiente no menos conflictivo que la sesión del jueves. El motivo principal siguió siendo la mesa quinta, sobre Mujer y feminismo, de la que, tras la retirada de las jornadas de los grupos radicales, se marchó el Movimiento Democrático de Mujeres, representado en la mesa.
El MDM dijo que se marchaba «debido a que algunos grupos feministas, con su postura irresponsable y verbalmente radical, han favorecido determinados planteamientos de UCD tendentes a que no haya una alternativa real al feminismo y hacer que éste se convierta en algo que poco tiene que ver con los intereses de la mujer, según explicó en un comunicado. En solidaridad con esta postura, la Asociación Democrática de la Mujer, también con una ponente, optó por la misma postura, lo que dejó disuelta la mesa. Cada uno de los grupos decidió hacer un comunicado explicando su visión sobre el feminismo y alrededor de una decena de independientes, no encuadrados en ningún grupo, permanecieron dando opiniones sobre el tema y decidieron redactar un manifesto con los resultados.Tanto la Administración como algunos de los grupos dialogantes con ella y que forman parte de los ponentes de las mesas -Asociación Democrática de la Mujer (ADM), Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) y Unión para la Liberación de la Mujer (ULM) mostraron su desacuerdo con la información sobre las jornadas aparecidas ayer en EL PAIS. La Administración, al parecer, considera que las jornadas no han estado organizadas exclusivamente por la Unión de Centro Democrático, postura que reiteró el director general de Desarrollo Comunitario, José Manuel García Margallo, en una rueda de prensa, en la que explicó que de veintinueve participantes en las mesas sólo nueve eran del partido del Gobierno. En esa cifra de nueve no incluyó a otros miembros de la Administración que están participando, ni a la asesora técnica de Condición Femenina, Mabel Pérez-Serrano, «que creo -dijo- que ya no está en UCD». Tampoco comentó cuántos miembros de otros partidos, centrales sindicales o grupos feministas formaban parte de las mesas. Ninguno de éstos sobrepasa los dos miembros -y alcanzan esta cifra sumando partidos y sus ramas sindicales-, excepto los independientes.
Los grupos dialogantes puntualizaron, principalmente, dos temas; por una parte, dijeron que no habían colaborado con la Administración en la organización de las jornadas, por lo que no se consideraban junto a ella. Por otra, rechazaron que sus respectivos grupos dependieran de partidos políticos. Sacramento Martí, de la ADM, dijo que no militaba en ningún partido, «ni, por supuesto, en el Partido del Trabajo», y que su organización «está abierta a todas las mujeres para la conquista de sus derechos, sin cuestionarnos el marco político. Además, la política de la ADM fue aprobada en un congreso al que asistieron unas trescientas mujeres». Rosa Pardo, del Movimiento, Democrático de Mujeres, explicó que el Partido Comunista ya no era preponderante en su grupo desde la escisión que hubo en septiembre de 1977 y que hoy la mayoría de los miembros del MDM son independientes.
Sacramento Martí (ADM), Paloma González (ULM), Ana María Pérez del Campo (Mujeres Separadas) y Rosa Pardo (MDM) insistieron en que no participaron en la, organización de las jornadas ni en la elaboración de los temas, y que sólo se les aceptó alguna sugerencia sobre la composición de las mesas. Todas ellas resaltaron que habían asistido a lasjornadas porque consideraban importante estar presentes allí donde se debatan los problemas dé la mujer, pero que -dijeron- eran las jornadas de UCD. Esto se hizo patente, por ejemplo, en el comunicado que hizo público el MDM, donde acusaba al partido del Gobierno de intentar «ganar el voto de la mujer de cara a las próximas elecciones» y de «capitalizar para UCD la lucha de la mujer por su liberación». La secretaría de la Comisión de la Mujer de Comisiones Obreras, central que participa en las jornadas, denunció la «desproporcionada e injustificada preponderancia de miembros de UCD» en las mesas y el que «los participantes en función de sus cargos en la Administración se han negado a asumir dicha representación».
Tanto los miembros del equipo dialogante como el director general de Desarrollo Comunitario insistieron en que los grupos disidentes habían participado en las jornadas igual que los demás, ya que, tras denunciar su convocatoria, habían estado en todos los actos y tomado parte en ellos. Estos grupos disidentes estuvieron presentes ayer, aunque algunos, entre ellos el Frente de Liberación de la Mujer, el Colectivo Feminista y Planificación de Vallecas y Zona Este, se habían retirado el día anterior.
Condición Femenina y la Dirección General de Desarrollo Comunitario convocaron una rueda de prensa en la que el director general, a la pregunta de cuál sería el compromiso de la Administración a de cara a las conclusiones que salieran de las jornadas, respondió: «Condición Femenina elaborará un programa para la mujer planificado a cinco años vista. Pero lo que se ha suscitado aquí no puede someterse a votación, pues UCD está en el Gobierno, y tiene su propio programa ya que si no defraudaría a su electorado. Ahora bien, en la subdirección general, hay ya un impacto. Hemos aprendido mucho, esto se va a divulgar y la opinión pública presionará sobre los partidos políticos para que estas conclusiones se lleven a cabo. He de decir que hay posiciones en las que algunos militantes de UCD nos sentimos más cerca de otros partidos, por ejemplo en el tema del divorcio, donde mi opinión puede coincidir con la del PCE o la del PSOE.»
El señor García Margallo dijo también que a las jornadas habían sido invitados «todos los partidos políticos y todos los grupos feministas, menos el Frente de Liberación de la Mujer». La subdirectora general, Maríal del Mar Vanaclocha, explicó que esto se había debido a que no habían pedido invitaciones y a que Jimena Alonso, miembro del grupo, había tenido un debate con ella en televisión en el que le dijo que su grupo no contaría jamás con Condición Femenina. «No obstante -añadió María del Mar Vanaclocha- estoy abierta al diálogo con ellas.»
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