Las drogas que matan
En varias ciudades españolas están expuestas, desde el pasado mes de julio, unas vallas publicitarias que simulan ser esquelas mortuorias. En ellas puede leerse el eslogan La droga mata. Nadie firma este mensaje, pero supongo que será obra de la recién creada Asociación Española de Defensa contra la Droga, ya que en su periódico se han publicado anuncios del mismo tono, pidiendo fondos para sus actividades.1. Es falsa la afirmación «la droga mata». Los efectos de cualquier droga pueden ser modificados extraordinariamente por una serie de factores: las circunstancias físicas, psicológicas y sociales de la persona que la toma; el método por el que se introduce en el cuerpo; la cantidad de principio activo que se ingiere; el tiempo que transcurre entre una toma y la siguiente; el tiempo que se lleva tomándola habitualmente y si se mezcla o no con otras drogas, por señalar sólo los factores más importantes. No se puede generalizar afirmando que tal droga provoca tal o cual efecto sin tener en cuenta quién, cómo, cuándo, cuánta y para qué la toma. Una droga en sí no es ni mala ni buena; depende de cómo se use.
2. Es contradictorio que estas vallas estén situadas en numerosas ocasiones al lado de anuncios que promueven el abuso de las dos drogas que matan más españoles: el alcohol y el tabaco. El alcoholismo va camino de ser la tercera causa de muerte del país, y la OMS ha afirmado recientemente que si la población dejara de fumar conseguiría un aumento de la salud colectiva mayor que con cualquier otra medida sanitaria.
3. Es cierto que existen fuertes intereses económicos para que el pueblo español sólo llame-«droga» -palabra asociada a daño fisico y maldad moral- a aquellas drogas que son producidas por países subdesarrollados y que actualmente son ilegales en nuestra sociedad (cannabis, opio y coca, principalmente), mientras que simultáneamente se presione para que consuma en exceso las drogas, producidas por la industria capitalista (alcohol, tabaco y diversos medicamentos).
4. Está probado que en el campo de la educación sobre las drogas el recurso al miedo, las afirmaciones falsas y sensacionalistas y el empleo masivo e indiscriminado de los medios de comunicación son contrapreventivos, es decir, que provocan precisamente lo contrario de lo que se quería conseguir.
5. Sólo informando objetivamente y con los medios adecuados podemos llevar a cabo una educación eficaz que reduzca las dimensiones del principal problema sanitario del país: las drogodependencias.
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