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Rodesia adopta represalias contra los responsables del derribo de un avión civil

Tropas rodesianas con apoyo aéreo han iniciado una gran operación en la frontera de Zambia para destruir a las unidades guerrilleras del Frente Patriótico, responsables del derribo de un avión civil, en la noche del domingo, y en el que perecieron casi cuarenta personas. En una entrevista para la BBC, desde Lusaka, el líder nacionalista Joshua Nkomo ha reconocido que fuerzas a sus órdenes atacaron con cohetes al reactor de Air Rodesia, pero calificó de «disparate» las acusaciones de las autoridades de Salisbury, según las cuales los guerrilleros dieron muerte a diez de los dieciocho supervivientes, entre ellos seis mujeres y dos niñas.

El sangriento incidente se ha producido sólo días después de que Nkomo e lan Smith reconocieran haberse entrevistado en secreto para discutir el futuro de Rodesia y sus consecuencias pueden ensombrecer las perspectivas de un próximo acuerdo negociado. A la vez que Londres condenaba ayer formalmente el «horrible y trágico» ataque, fuentes oficiosas del Ministerio de Asuntos Exteriores señalaban sus posibles repercusiones sobre la ya socavada autoridad de lan Smith entre numerosos blancos rodesianos, que acusan al primer ministro de claudicar ante los guerrilleros.El avión fue abatido en un área del noreste de Rodesia, dominada por el Ejército Popular Revolucionario de Zimbabwe, brazo armado del ZAPU, y próxima a la frontera con Zambia, país donde tienen sus bases las fuerzas de Nkomo. Según el mando militar rodesiano, los 56 ocupantes del Viscount eran turistas que se dirigían desde el lago de Kariba a Salisbury. Joshua Nkomo aseguró ayer en sus declaraciones que la aeronave transportaba personal militar y material bélico a la zona de las cataratas Victoria. La versión rodesiana precisa que de los dieciocho supervivientes cinco abandonaron por sus medios el lugar de la catástrofe. De los trece restantes, diez fueron muertos por los guerrilleros y los otros tres, rodesianos blancos, han sobrevivido para contarlo.

Crisis de confianza

Las escalada militar, reflejada por el incidente y las represalias rodesianas en curso, coincide con una crisis de confianza entre los líderes africanos que soportan las acciones guerrilleras, motivada por la irrupción de la diplomacia secreta en la cuestión rodesiana. La entrevista, o entrevistas, entre Smith y Nkomo ha dividido a los Estados «de primera línea», como lo muestra la falta de conclusiones en su reciente reunión en la capital de Zambia. Las maniobras por la fruta madura del poder en Zimbabwe, propiciadas por la diplomacia anglonorteamericana tras el fracaso de sus iniciativas más abiertas y espectaculares, parecen haber conducido a dos frentes: de un lado, Tanzania y Mozambique, que apoyan prioritariamente la opción socialista del jefe guerrillero Robert Mugabe; de otro, Zambia y Angola, partidarios de Joshua Nkomo, candidato número uno de las potencias occidentales para la futura presidencia de Zimbabwe. Botswana jugaría un papel moderador de segundo orden.

El enrarecimiento del clima entre «los cinco» y entre las dos alas guerrilleras habría obligado al presidente tanzano a pedir en la cumbre de Lusaka, cuya segunda edición tendrá lugar en los próximos días, el fin inmediato de toda iniciativa unilateral o secreta. Si es que, como dice Nyerere, los Estados africanos que apoyan la liberación de Rodesia y el propio Frente Patriótico han de aparecer como un solo bloque en la prevista conferencia de todas las partes promovida por Washington y Londres.

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