Continuidad en la política económica portuguesa
El nombramiento de Vitor Constancio, el ministro de Finanzas y Plan del anterior Gobierno socialista, como presidente de la Comisión para la Integración Europea ha sido una de las primeras decisiones importantes del Gobierno Nobre da Costa, tomada en Consejo de Ministros el pasado jueves. La otra ha sido la atribución de un presupuesto suplementario de 3.000 millones de escudos para el fondo destinado al subsidio de paro.El nombramiento de Vitor Constancio -figura clave de las delegaciones portuguesas que negociaron hasta ahora todos los acuerdos económicos y financieros de los dos últimos años- confirma que Nobre da Costa entiende, al menos en este dominio, proseguir la política de los dos gobiernos Soares y una relativa estabilidad, del equipo económico y financiero, ya que el actual ministro de Finanzas (Silva Lopes) y su predecesor (Vitor Constancio) intercambian sus lugares, pero siguen colaborando.
El aumento del fondo de par o, aunque pueda parecer una buena noticia para muchos millares de trabajadores sin trabajo, preocupa a los sindicatos, sobre todo cuando se asocian a promesas de «racionalización» y «rentabilización» de empresas públicas y privadas, expresiones que fácilmente se confunden, en la boca de los «tecnócratas», con despidos en serie.
Siguen las apuestas acerca del futuro próximo del nuevo Gabinete. Mientras la prensa conservadora vitupera contra los partidos y sus malabarismos políticos, el semanario de izquierda O Jornal ha decidido tomar las cosas con humor y propone a sus lectores, en la primera página de su edición de ayer, una «quiniela» sobre las previsiones de voto de las diversas formaciones parlamentarias en el debate sobre el programa que se iniciará el día 7.
Socialdemócratas, a favor
Una única combinación parece no ofrecer duda: los socialdemócratas votarán favorablemente. Sa Cameiro lo ha confirmado al salir de una audiencia con el presidente Eanes, «salvo si el programa se revelara totalmente inaceptable». El líder socialdemócrata entiende que hay que asegurar el funcionamiento de este Gobierno, que él concibe como «transitorio» y destinado esencialmente a preparar las elecciones. Sa Carneiro no se muestra preocupado de compartir, hacia Nobre da Costa, la actitud del Partido Comunista: no es la primera vez, recordó, que comunistas y socialdemócratas demuestran ser las dos formaciones más capaces y más realistas a la hora de hacer un análisis sobre una situación política creada.
Pero la posición comunista -más bien favorable- podrá también evolucionar hacia un « no ».
No hay, pues, grandes riesgos en prever una victoria de Nobre da Costa. El primer ministro parece compartir esta previsión. Contrariamente a lo inicialmente previsto, completará su gabinete antes de presentar su programa al Parlamento.
