La integración de las diputaciones en la Generalidad, nuevamente a debate

El sempiterno problema de la integración de las Diputaciones catalanas de la Generalidad figura como primer punto del orden del día de la reunión del Consejo de la Generalidad, que se celebrará hoy.Como es sabido, todos los miembros del Consejo -incluidos los representantes de UCD- discrepan de Tarradellas sobre este particular. Los consejeros desean que el presidente de la Generalidad decrete sin dilación alguna la integración de las diputaciones en el organismo preautonómico catalán. Tarradellas, en cambio, se muestra reacio a adoptar una medida que implicaría un funcionamiento normal de la Generalidad y, por tanto, la pérdida de su actual presidencia. Por otro lado, los socialistias temen una utilización electoral del bunker franquista de las actuales diputaciones.

Para hallar una solución a la discrepancia, Tarradellas intentó inútilmente conseguir el apoyo de Martín Villa, quien evitó entrar en la confrontación, afirmando que «la pelota está en campo catalán». (véase EL PAIS de 11 de agosto.)

La postura de Tarradellas tampoco es compartida por su viejo amigo Joan Casanellas, ex vicepresidente de la Segunda República española en el exilio, cuyo nombramiento por Tarradellas como presidente de la comisión Generalidad-diputaciones había sido injustamente considerado como otro intento más de Tarradellas de retardar el proceso de transferencias.

Aún no se ha producido ningún traspaso de importancia de las diputaciones a la Generalidad, pese a que esta última se acerca ya al primer aniversario de su restablecimiento. La discusión por parte del Gobierno autónomo de las transferencias de las diputaciones a la Generalidad dura ya meses. A los ojos de la opinión pública aparece como incomprensible el que sea aún más lento el proceso de transferencias por parte de las diputaciones que por parte del Estado.