Maxie Anderson.
Cuarenta y cuatro años. También es un hombre de negocios de Alburquerque, donde preside una compañía minera. Participó el pasado año en el intent.o fallido de cruzar el Atlántico en iglobo. Es, como Abruzzo, un piloto experto y un aeronauta consumado. En París ha recordado que la investigación sobre vuelos aeronáuticos comenzó en Francia. «Nosotros vinimos a completar la historia, no a hacer historia. »
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