La postura de Soares da paso a un Gobierno "presidencial" en Portugal

La negativa del Partido Socialista a encarar siquiera la posibilidad de un nuevo acuerdo con el Centro Democrático y Social (CDS), dentro del plazo fijado por el general Eanes -hasta fines de esta semana-, no parece dejar otra posibilidad de solución de la crisis política que la constitución de un Gobierno de «iniciativa presidencial». La patronal portuguesa interviene directamente en el debate presionando al jefe del Estado para que nombre un primer ministro favorable a los objetivos de la iniciativa privada.

El presidente Eanes inició ayer sus contactos con los partidos representados en el Parlamento, recibiendo a las delegaciones socialdernócrata y demócrata cristiana. El Partido Socialdemócrata (PSD) ha indicado desde el comienzo de la crisis su preferencia por un Gobierno «de iniciativa y base presidencial». Los demócrata cristianos, que estuvieron reunidos hasta las tres de la mañana del jueves, han acabado por dar también su apoyo a la iniciativa presidencial. Consideran, sin embargo, que un acuerdo con los socialistas sigue siendo posible dentro del plazo impuesto por el presidente y, en su opinión, preferible a cualquier solución que pueda reducir la intervención de los partidos. Los partidarios de Freitas do Amaral se defienden también de las acusaciones formuladas por los socialistas, que les atribuyen la responsabilidad de la crisis actual por haber roto unilateralmente el acuerdo existente entre los dos partidos.

Discusiones internas en el PS

No fue fácil al secretariado del Partido Socialista llegar a la decisión definitiva sobre la actitud a adoptar frente al discurso del presidente Eanes del miércoles. Estuvo reunido durante cerca de diez horas y la elaboración del comunicado final conoció varias demoras. No se sabe nada de las posiciones adoptadas por las distintas tendencias socialistas en el curso de la discusión, pero el editorial del periódico gubernamental Diario de Noticias, da algunas indicaciones al respecto. En su editorial de ayer, el director de este cotidiano, socialista considerado próximo de las posiciones del ex ministro de Asuntos Exteriores, Medeiros Ferrera, criticaba indirectamente la posición adoptada por el partido y defendia la solución del Gobierno presidencial, que, a su juicio, se encuadra perfectamente dentro de las exigencias de la democracia y de la Constitución portuguesa.

Posición empresarial

Otro elemento importante para la evolución futura de la crisis es el comunicado conjunto divulgado ayer por las tres confederaciones patronales. Las asociaciones de industriales, agricultores y comerciantes se pronuncian abiertamente por un Gobierno presidencial suprapartidario, capaz de asumir «con autoridad el poder hasta 1980». La clarificación definitiva del sistema económico portugués y el reconocimiento del papel fundámental de la iniciativa privada debe ser, según las tres centrales patronales, la principal preocupación del nuevo Gobierno. Esta sería entonces la última oportunidad de salvar la democracia en Portugal».

El encuentro que el presidente Eanes mantendrá hoy con el Partido Socialista permitirá seguramente saber si Soares aceptará colaborar en un Gabinete que no sea de su responsabilidad, o si, como amenazaron al comienzo de la crisis, los socialistas portugueses pasarán a la oposición hasta la celebración de las próximas elecciones legislativas, que deben celebrarse, a su criterio, lo «más rápidamente posible».

La postura socialista está en clara contradicción con la que mantienen sus viejos aliados del Centro Democrático y Social (CDS). En un comunicado de esta formación democratacristiana se afirmó ayer que, contrariamente a la afirmación del PS, «el factor tiempo no impide su concretización (de un nuevo acuerdo)». El CDS, señaló el comunicado, «está abierto a cualquier posibilidad de acuerdo» que permita salir de la crisis y formar un Gobierno de varios partidos, en la línea sugerida por el presidente Eanes. En caso contrario, señala, se suma a la iniciativa presidencial.