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UCD y PSOE buscan un acuerdo sobre sus enmiendas al proyecto constitucional

Los contactos entre los dos grupos mayoritarios del Senado, UCD y Socialistas, para la elaboración y defensa conjunta de algunas enmiendas al proyecto de Constitución culminarán hoy con una reunión a la que asistirán «altas jerarquías de ambos partidos», según declararon a EL PAIS fuentes cercanas al Parlamento.

Hasta el momento, los contactos UCD-PSOE se han mantenido a nivel de portavoces de los dos grupos. Por parte del grupo centrista han intervenido en las conversaciones con los socialistas Antonio Jiménez Blanco, José Luis López Henares y el padre Angel Martínez Fuertes.Las primeras reuniones limitaron prácticamente al examen recíproco de las enmiendas que desea presentar cada grupo. Al parecer, el padre Martínez Fuertes propone modificar el apartado 3 del artículo 25, relativo a la enseñanza, de forma que se aluda explícitamente a los pactos internacionales sobre la materia, pero los socialistas no consideran dicha posibilidad, por lo que no es probable que el artículo sea objeto finalmente de ninguna enmienda por parte de ambos grupos.

Hasta últimas horas de la tarde de ayer se habían presentado en la secretaría de la Cámara alta 280 enmiendas, pero este número se incrementará antes de que se cierre el plazo de admisión el próximo día 7, dado que varios grupos aún no han decidido qué modificaciones respaldarán como tales grupos. El senador Lluis María Xirinachs, de Entesa dels Catalans, reiteró ayer su propósito de presentar individualmente treinta enmiendas, entre las que figuran la defensa del principio de autodeterminación, el sistema de economía socialista mixto y el principio de que la soberanía residen en los pueblos de España, que la conservan pese a formar parte de un Estado. La actitud del senador Xirinachs causó ciertas tensiones en su grupo parlamentario, hasta el extremo de que se le llegó a sugerir la conveniencia de que abandonara el grupo. Sin embargo, el señor Xirinachs manifestó ayer que se le había dicho explícitamente que no sería expulsado del grupo. «Por mi parte -añadió- considero amigos a todos los grupos allí representados. Mis enemigos no son los partidos del consenso, sino la derecha no consensual. »

Por otra parte, el obispo de Cuenca, monseñor Guerra Campos, continúa su campaña contra la Constitución «que ha suprimido toda referencia a Dios», según escribe en el boletín oficial de su diócesis. Guerra Campos añade que «se ha notificado de modo oficioso y directo al episcopado el propósito de dar con los hechos a la norma ambigua una interpretación aceptable, pero esta promesa no puede ser muy firme respecto a aquellas personas que han socavado la moral pública infringiendo juramentos sagrados».

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