Los democristianos alemanes piden reducciones impositivas a los inversores en el Tercer Mundo
De cara a una reforma de la ley de 1975 sobre «ayuda al Tercer Mundo», basada en una reducción de impuestos, prevista para después de estas vacaciones, la Democracia Cristiana ha pedido que los ministerios de Economía y Cooperación Económica se manifiesten claramente por el sistema de economía de mercado o capitalista. Entre otras peticiones de este partido conservador se incluye la de un abandono del turismo como «sector a fomentar». debido a que «las aportaciones a través de hoteles y restaurantes casi nunca quedan en el país subdesarrollado en el que pasan sus vacaciones los turistas.
La Democracia Cristiana pretende, según el diputado Wilhelm Stommel, experto de su partido en estas cuestiones, que el Estado se responsabilice del establecimiento de una infraestructura saneada en los países candidatos a las inversiones empresariales alemanas antes de que los empresarios de la RFA inviertan en sus filiales en estos países. El Gobierno social-liberal es partidario de que los capitalistas alemanes compartan esta carga. Previendo esta resistencia del Gobierno, la Democracia Cristiana pide una mayor desgravación impositiva a los empresarios para compensar los riesgos de invertir en el Tercer Mundo. Los conservadores alemanes quieren también que se eliminen las ventajas a efectos de impuestos, en favor de algunos países, de modo que, además de invertir los empresarios en países estables, como Yugoslavia o Grecia, puedan beneficiarse de las desgravaciones impositivas con las que el Gobierno trata de estimular la presencia alemana en otros países menos promocionados. Estos, según, el diputado Stommel. «aún no son interesantes para la industria privada». Como condición para un fomento de las inversiones en el Tercer Mundo, la Democracia Cristiana aspira a una reducción impositiva del 20% para compensar el grado de inseguridad de los empresarios alemanes a la hora de decidir establecerse en un país pobre.
