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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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La tentación neoconservadora:entre la tradicion y la futurología

de la vicesecretaría de Alianza PopularProfesor de universidad

Inmediatamente después de mayo de 1968, lo que quedó de la redacción de una célebre revista conservadora francesa de la década de los sesenta, Europe Action, se reagrupó en una sociedad de estudios denominada Groupement de Recherches et Etudes pour la Civilisation Europeenne (GRECE), que no tardó en publicar una revista extremadamente agil y, sobre todo, rigurosa desde un punto de vista intelectual: Nouvelle Ecole. Diez años más tarde aparecen dos obras, Dix ans de combat culturel pour une renaissance y Vu de droite (Visto desde la derecha), ambas escritas bajo la inspiración de Alain de Benoist, jóven filósofo derechista y figura más aparente del GRECE. Ha nacido la «revolución neoconservadora»...

Los nombres del neoconservadurismo

Esta nueva corriente que define el pensamiento de derecha fundamentalmente como antiigualitario va a encontrar un amplio eco no sólo en Francia, sino en toda Europa occidental y EEUU, extendiéndose como un reguero de pólvora. Son pronto clasificables como neoconservadores, además de A. de Benoist y el equipo del GRECE: J.Cau (antiguo secretario de Jean Paul Sartre). F. Malaud, J. Freund, A. Cocâtre-Zilgien. L. Rougier, R. Ruyer, J. Monnerot, R. Ardrey, G. H. Bousquet, P. Debray-Ritzen, H. J. Eysenck, S. Lupasco. A. MohIer, L.Pauwels, P. Serant. J. Varenne,G. Zwang, los integrantes de la Gnosis de Princeton, D. Bell, y un largo etcétera.

La lista de precursores y de inspiradores es también muy amplia. Los neoconservadores se reclaman de numerosos etólolos: (Lorenz, Storr, Von Uexhull. Von Fritchs, Eib-Eibesfeldt), filósofos (Maquiavelo, Renan, Schopenhauer, Nietzsche, Wittgenstein, Russell, Koestler, Rosset, Revel), economistas (como Rueff, Perroux, y el liberalismo económico «musclé»), sociólogos (como Toennies, Sombart, Simmel, Ellul, Fox, Tiger, Lenski, Pareto, Mosca, Bouthoul, Aron), politólogos (como Burnham. G. Walter, G. Sartori), biólogos (tales como P. P. Grassé, F. Jacob y Rostand), etnólogos (tales como Dumezil y E. Benveniste), escritores (como T. Mann, Celine, Drieu la Rochelle, Malraus), etcétera.

Los fundamentos del neoconservadurismo

En una primera aproximación., el neoconservadurismo parte del rechazo del igualitarismo y de algunas reivindicaciones: la de la cultura europea (que arranca de las primitivas invasiones indoeuropeas, la de la necesaria pluralidad de la vida -la vida es diferenciadora, diversificadora-), la del realismo político (la democracia será una «poliarquía de élites legidas» y existen «constantes de la política») y biológico (no sólo los hombres sino también los grupos humanos son diferentes, y negarlo es practicar raciofobia), la del hombre como motor de la historia (las llamadas leyes de la historia no son mas que «providencialismo»), la del rigor científico y el rechazo del «terrorismo intelectual» de las izquierdas.

Son tantas las líneas de fuerza que sumadas al aún insuficiente grado de elaboración de esta ideología es difícil acotar con exactitud este fenómeno neoconservador. Seleccionando sus valores más importantes podemos analizar, sin embargo, la evolución de esta corriente.

- Comunidad y Sociedad: El neoconservadurismo se declara resueltamente comunitario. Esta actitud, que deriva de los estudios de F. Toennies, se ve, no obstante. atemperada por la reivindicación de la ciudad (considerada eminentemente societaria por Toennies): el neoconservadurismo considera lo urbano como la muestra más alta de civilización (coincidiendo en esto con O. Spengler y contrastando con el ecologismo extremo).

-Tradición y Modernismo: El neoconservadurismo no identifica tradición con obscurantismo. Ahora bien amplía considerablemente la base de las tradiciones europeas (haciéndolas retroceder hasta el mundo indoeuropeo primitivo) y, a diferencia de sus predecesores -y sin caer en un progresismo optimista propio de la izquierda- privilegia a la ciencia en oposición al conocimiento tradicional. Esta actitud viene reforzada por el rechazo de cualquier metafísica y la tentación del empirismo-lógico del Círculo de Viena.

- Autoridad y Jerarquía: A diferencia del conservadurismo tradicional. que hacía derivar la autoridad v la jerarquía de un orden natural, que era a su vez, reflejo del divino, el neoconservadurismo las extrapola de los descubrimientos (le la etología: no sólo el mundo humano no es radicalmente diferente del animal. sino que el primero deriva del segundo. Por ello, buena parte del comportamiento humano se basa en los mismos mecanismos que hacen actuar a los animales lo cual es aplicable no sólo a los temas de Jerarquía y Autoridad (conectados con el instinto de dominación), sino también al nacionalismo. derivado del instinto de territorialidad y conectado al de agresividad.

- Libertad y Orden: La izquierda privilegia el primer término de la dualidad libertad-orden: la derecha privilegió largo tiempo al segundo, para el neoconservadurisino, si el orden es una «constante de lo político» el valor supremo es el de libertad (dado que sin libertad no hay creatividad, base de la vida, es decir, de la evolución y del progreso sin los cuales el orden carece no sólo de interés, sino hasta de finalidad).

- Lo sagrado y lo profano: Separándose del conservadurismo clásico el neoconservadurismo cae en una secularización y un inmanentismo de lo sagrado que le hace acercarse a planteamientos profanos, pero va tan lejos en esa línea que no sólo une en un mismo ataque al cristianismo y al marxismo (acusando al primero de ser el generador del igualitarismo que conduce al segundo) sino que le reprocha al marxismo no ser más que una religión encubierta.

- La naturaleza del hombre: Como el neoconservadurismo considera al mundo humano una prolongación del animal, la naturaleza humana no sabría ser mala (para el conservadurismo clásico) o buena (para el progresismo). sino neutra, fundamentalmente instintiva e irracionalista. Se privilegia el papel de la herencia senda por la que el neoconservadurismo parece avanzar apoyado en los últimos descubrimientos de la etología. de la sociología, de la biología y de la raciología.

- Relaciones hombre-naiuraleza: La posición de los neoconservadores se acerca a la de la izquierda progresista del siglo XIX, según la cual las relaciones hombre-naturaleza deben ser de control de la segunda por el primero (utilizando para ello el progreso tecnológico y científico). Difieren de esta actitud los conservadores clásicos y el izquierdismo ecologizante, para los cuales esa relación debe ser de sometimiento del hombre frente a la naturaleza o, a lo sumo, de armonía y de equilibrio entre ambos.

- Particularismo/ Globalismo: En los análisis y planteamientos los neoconservadores, al igual que sus antecesores derechistas propenden a privilegiar lo diferenciador, y a minimizar las similitudes. De esta forma, el neoconservadurismo sigue siendo nacionalista y opuesto a cualquier forma de universalismo o globalismo. Esta actitud se ve, no obstante, atemperada por un fuerte sentimiento de europeísmo.

- Individuo/ Socíedad: Al igual que los conservadores. los neoconservadores combinan un fuerte grado de individualismo (véase su teoría de la democracia, que es fundamentalmente elitista) con una defensa a ultranza de la comunidad. Más allá, la desconfianza hacia la sociedad y la masa es radical.

- Voluntarismo y providencialismo histórico: Por ello, el neoconservadurismo es voluntarista, el (gran) hombre es el motor de una historia sin sentido, producto de un mundo absurdo y de un infinito friamente indiferente.

Producto de una era en crisis, rechazo de una decadencia, reivindicación de una Europa que vuelva a ser dueña de su destino, obsesión de una libertad a punto de perderse, el neoconservadurismo no coincide ni con las «ratas negras» de la extrema-derecha ni con los liberales, ni con los nacional-populistas. Más bien es exponente de un anarquismo de derechas, aunque pesimista y desengañado. Hoy por hoy, el fenómeno es minoritario, y su función es servir de fundamento ideológico para la derecha tradicional en busca de un nuevo corpus. Pero su reclutamiento (altas profesiones liberales, profesores de universidad. intelectuales, artísticas... ), hace presagiar posibilidades de expansión a medio plazo. Máxime en una sociedad postindustrial que privilegia la ciencia y que se nutre de cuellos blancos y profesionales, «residualizando» al proletariado (base humana de la izquierda) y al campesinado y «antiguas» clases medias (Lederer) (base humana del conservadurismo tradicional).

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