_
_
_
_

Aumentan las diferencias entre Gran Bretaña y los demás miembros de la CEE

«¿Qué se proponen los británicos?» Este es uno de los interrogantes que se plantean muchos observadores en Bruselas al analizar la postura defendida estos últimos meses por los laboristas británicos en relación con sus compromisos de Estado miembro del Mercado Común.El Gobierno de Londres se opone a una política común de pesca, no quiere participar en el proyectado «sistema monetario europeo», bloquea ciertas decisiones para una política común energética y se dispone a cooperar con la empresa norteamericana Boeing en lugar de hacerlo en el proyecto comunitario de Airbus, en el sector de la aeronáutica civil.

Aunque intervienen factores electorales en un país donde, según los últimos sondeos, el 53% de la población se muestra muy reservada ante el fenómeno de integración europea, resulta cada vez más incomprensible para los demás Estados miembros de la CEE la política británica en temas comunitarios.

El último jarro de agua fría de los británicos llegó ayer cuando David Owen, ministro británico de Asuntos Exteriores, anunció a sus colegas europeos de la CEE que Londres sólo participará en el «sistema monetario europeo» si hay reforma previa y profunda del mercado común agrícola. El propósito de los británicos de revisar la política común del agro comunitario (a la que se destina más del 70% de¡ presupuesto anual de la CEE) parece encerrar varias trampas. Owen alega que es necesario corregir los desequilibrios de la agricultura comunitaria. Sin embargo, su colega de Agricultura, Silkin, se pronuncia, en el consejo de ministros de ese sector, por un mayor liberalismo en las importaciones de productos lácteos procedentes de países de la Commonwealth.

Es evidente que los británicos están molestos por el eje Bonn-París, cuya Ilustración práctica se traduce en el proyecto de creación de una zona de estabilidad monetaria, decidido en la última cumbre de la CEE, del 6 y 7 de julio en Bremen. Sus buenas relaciones «atlánticas» con Washington pueden también aconsejarles guardar una actitud de prudencia en caso de que el dólar, aunque débil, boicotee el plan germano-francés de unión monetaria europea

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_