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Bonn tranquiliza a Chipre sobre una supuesta conjura anti-Nicosia

Tras la visita del ministro de Asuntos Exteriores chipriota a Bonn, Nikos Rolandis, las relaciones entre este país y la República Federal de Alemania parecen haber superado un mal trance.La prensa y el Partido Socialista chipriota Edek habían atribuido al jefe cristiano social alemán, Strauss, una actividad muy definida en un supuesto golpe de Estado que no llegó a producirse contra el actual presidente socialdemócrata, Spyros Kiprianu.

El ministro Rolandis, en contra de la opinión del Edek, que forma parte de la coalición gubernamental, se llegó hasta la capital de la RFA para garantizar al ministro de Asuntos Exteriores alemán, Genscher, que su gabinete no abriga la menor sospecha de golpismo contra Bonn y cualquiera de los políticos alemanes.

Así todo, hace tres días partió del país con carácter definitivo el consejero de embajada de la RFA Paul Kurbjuhn, al que la prensa chipriota atribuye desde el 22 de marzo pasado contactos con la organización de extrema derecha EOKA.

El objetivo de tal conjura sería, convertir a Chipre en base de la OTAN, previa renuncia al neutralismo que imprimió al país el fallecido arzobispo Makarios.

Las tensiones sobre el papel de la isla, que se encuentra tan sólo a ochenta kilómetros de Beirut y a 130 de Tel Aviv, se remontan a 1974, año en que Chipre quedó dividida en dos partes, pro griega o chipriota y turca.

Desde entonces ha crecido la presión de las potencias de la OTAN para convertir Chipre en una avanzada de la Alianza Atlántica en el Mediterráneo oriental.

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Comunistas y socialistas chipriotas han pedido al Gobierno que cree una milicia para oponerse a los intentos de los rusos de extrema derecha, asociados en torno a la EOKA, que pretenden la incorporación de la isla a un sistema defensivo de bloque.

En este sentido se interpreta la presencia de Rolandis en Bonn, como un intento de recabar el apoyo de los social liberales alemanes para impedir la intervención de grupos ultraderechistas, como el partido de Strauss, aun a costa de declarar que en Nicosia no existe desconfianza respecto de la RFA.

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