La policía, sin pistas, no descarta la connivencia ETA-GRAPO en el atentado de los militares
Cuatro días después del doble asesinato del general Sánchez Ramos-Izquierdo y del teniente coronel Pérez Rodríguez, la policía continúa sin tener una pista sólida que permita la localización y detención de los asesinos. Las operaciones de rastreo en la zona norte de la sierra de Madrid, en un radio de acción de varios kilómetros, en torno a la veraniega localidad de Miraflores de la Sierra, no dieron, como en días anteriores, ningún fruto, y la opinión generalizada en fuentes policiales es que el comando asesino había roto el cerco.
Ayer tomó cuerpo el rumor de que el comando que apareció en la finca próxima a Miraflores y que luego se difuminó podría haber sido un comando falso o de apoyo al comando real. Efe, que cita fuentes de la DGS, difundió ayer un despacho en tal sentido, aunque una persona significada del mismo organismo aseguró a EL PAIS que la policía está trabajando sobre el supuesto de que el comando de Miraflores es el comando real.Al entrar en el quinto día de las investigaciones, y en tanto la orden de busca y captura del comando se ha extendido a todo el territorio nacional, la policía continúa teniendo una serie de puntos oscuros que vienen a complicar aún más el confuso atentado. Uno de ellos es que el coche Seat 127 en el que fueron vistos por última vez los terroristas en la noche del pasado viernes, por el guarda de una residencia en construcción, en el paraje denominado «El cerro de los Robles», próximo a Miraflores, no ha aparecido aún, en contra de lo publicado en algún periódico, ni en las inmediaciones ni en ningún punto del país.
Se da la circunstancia de que la policía no dispone del número de matrícula del coche, ya que el guarda no pudo verla, y sólo tiene constancia del dato de que el coche -de color amarillo- llevaba una franja de color rojo, si bien se estima que pudiera no ser pintura y sí una tira de camuflaje, lo que dificulta aún más el hecho de saber si los asesinos se pueden encontrar o no dentro del cerco. Otro punto oscuro -la policía opera desde la premisa de que el comunicado de reivindicación del atentado de ETA es auténtico- es el hecho de que el guarda de la finca, Fulgencio Fernández, volvió a ratificarse ayer en la Dirección General de Seguridad, después de ver varios centenares de militantes de ETA y de los GRAPO, en que la mujer del comando que él vio corresponde a las fotografías de Guadalupe Núñez Morales, militante de los GRAPO, y esposa de Delgado de Codes, igualmente de esta última organización. El guarda manifestó, en cambio, que los hombres del comando no correspondían a las fotografías difundidas por la policía, aunque él mismo los identificó en otras fotografías en la DGS. Fuentes autorizadas de la policía indicaban anoche que no es descartable una connivencia entre ETA y GRAPO en este último atentado terrorista cometido en Madrid, partiendo del supuesto de que fue la organización vasca la que ha realizado físicamente el doble asesinato. Según estas creencias, el GRAPO habría servido de base de información y de apoyo logístico a ETA, pudiendo haber actuado de apoyo para las operaciones de huida del comando, al no disponer ETA de una infraestructura en Madrid.
El paraje donde está enclavada la residencia en construcción -que en su día será una residencia de lujo del Opus Dei- a tres kilómetros de la carretera nacional que va a Manzanares el Real, es un lugar solitario. El guarda, Fulgencio Fernández, señaló a EL PAIS que es necesario conocer la zona -o llegar allí por casualidad- para poder acceder a la finca en construcción.
Un nuevo elemento entró en juego ayer: los GRAPO hicieron llegar ayer un comunicado, por el conducto habitual, al diario Informaciones de Madrid, en el que manifestó que aunque apoya el atentado terrorista de ETA no tiene nada que ver con el mismo. Medios de Informaciones manifestaron que tenían alguna duda con respecto a la autenticidad del comunicado.
En tanto que las operaciones policiales de rastreo de la zona de Miraflores continúan -y continuarán por unos días- con los inconvenientes que ello supone, tanto para los efectivos de la guardia civil, como para los miles de veraneantes de los pueblos de la zona que disfrutan de este largo puente estival, la brigada antiterrorista de Roberto Conesa que dirige la operación investigadora está siguiendo pistas en medios de las organizaciones ETA y GRAPO paralelamente y por separado.
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