Nuevos criterios para retribuciones y ascensos de funcionarios

El próximo Consejo de Ministros, que probablemente se celebrará el viernes, debatirá el proyecto de ley de bases de los funcionarios de las administraciones públicas, tema que, en principio, aparece como mas importante de entre los que ayer abordó la comisión general de subsecretarios en su habitual reunión.La ley de bases supone que sobre el texto que se apruebe en el Parlamento se faculta al Gobierno para el desarrollo posterior de esas bases, más de cincuenta en el proyecto en cuestión.

Se ha podido saber que las bases tratan de unificar criterios sobre temas fundamentales, como son las escalas de retribuciones, los mecanismos que permiten el ascenso dentro de los cuerpos de funcionarios, para conseguir una nueva actitud de la Administración del Estado con sus servidores y mayor claridad en el ejercicio de la función pública.

El proyecto de ley de bases contempla la posibilidad de los ascensos, combinando las pruebas selectivas de carácter teórico y práctico, con especial atención a estas últimas, y la exigencia de haber desempeñado cinco años de servicios efectivos en la escala inferior.

El proyecto parte de la consideración del hecho autonómico y su repercusión en la función pública, y se platea como uno de los temas fundamentales dentro de la unificación de competencias el que los regímenes retributivos sean fijados por las Cortes y administrados de manera exclusiva por el departamento ministerial que entienda de todo lo referido a la función pública.

En definitiva, este intento trata de sacudirse la influencia que el Ministerio de Hacienda ha venido manteniendo en estos temas, tanto a través de determinados cuerpos considerados de élite como por su injerencia en los aspectos retributivos que condicionaban de modo importante el desarrollo del funcionariado.

El proyecto trata de evitar, en lo posible, situaciones de auténtico mandatario, frecuentes en países de Administración muy centralizada, como es el caso de Francia y España -por citar dos ejemplos-, que desvirtúan los planteamientos de igualdad de oportunidades y de estímulo en el ascenso para los funcionarios.