Necesidad de un cuerpo nacional de asistentes sociales dependiente de la Administración

La creación de un cuerpo nacional de asistentes sociales dependientes de la Adiministración para llevar a cabo la labor de carácter estable y permanente que demanda la política para el bienestar social de los ciudadanos es una de las posibilidades de futuro de la profesión de asistente social, hasta hoy insuficientemente aprovechada por el Estado.Esta posibilidad fue apuntada por José Luis Guerrero, presidente del Comité Español de Bienestar Social, en el curso de su intervención en una mesa redonda sobre Presente y futuro de la profesión de Asistente Social, que, organizada por la asociación madrileña de estos profesionales, tuvo lugar el pasado lunes.

Para el señor Guerrero, las necesidades que una política de bienestar social demanda así como los recursos cuantiosos que han de ponerse en juego, exigen una tecnificación, especialización y profesionalización que han de canalizarse a través de dos tipos de programas: uno de acción permanente y otro de carácter coyuntural. En ambos programas se hace absolutamente necesaria la presencia de los asistentes sociales, que son «los únicos profesionales y especialistas que yo conozco capaces de realizar el trabajo social ».

Por su parte, José Luis Vázquez, delegado de Educación de la Secretaría de Cultura y Educación de UCD, puso de manifiesto el considerable déficit de asistentes sociales en España, donde nos encontramos en una proporción de un profesional para cada 24.000 personas frente a la de uno por cada tres mil en otros países.

Agregó el señor Vázquez que era preciso que los asistentes sociales, a través de sus asociaciones y federaciones, se ocupasen de crear una conciencia social ante la opinión pública a propósito de la necesidad de esta profesión, y, por otra parte, hacerse presentes ante esa misma opinión pública con sus aportaciones y denuncias colegiadas.

Uno de los participantes señaló con relación a esta propuesta que la opinión pública tiene perfectamente asumida la importancia de la función profesional de los asistentes sociales y que es la propia Administración la que tiene, en realidad, bloqueada a la profesión.