Aquilar hizo lo único importante del extraño festejo mixto
Tres horas y diez minutos duró la corrida. La empresa de Madrid, siempre tan original e inteligente, inventó la supercorrida mixta. Así, la corrida acabó poco antes que las uvas, Maribel mató con luz artificial el último novillo. Eso, eso, en las nocturnas tenía que torear comentaban aficionados disconformes, con razón, ante la organiza ción de este engendro que son las corridas mixtas. Para colmo, el segundo de la tarde, devuelto a los corrales por inválido total, estuvo media hora en el ruedo sin que los cabestros, mal dirigidos por el mayoral, lograran encerrarlos. Al final, lo mató Bernadó. Confirmó la alternativa Paco Aguilar, y confirmó también la buena impresión que causó de novillero. Es un torero esencialmente de valor, con un importante sentido del temple; y, esto es lo fundamental, con unas ganas enormes de abrirse paso en la profesión. En el toro de la confirmación toreó bien a la verónica, un poco rápido, tal vez; luego, en la faena estuvo torero en unos suaves muletazos por bajo, iniciales. Una tanda de naturales y dos derechazos con la virtud de ir muy ligados, tuvieron calidad, así como los pases de pecho con que remató las series. Lo malo fue que se alargó mucho, y que abusó un tanto del pico de la muleta. Con el sexto toreó a la verónica con las manos bajas y ganando terreno; la media fue excelente. Manolo Ortiz, que va para gran peón, clavó un par magnífico, se dejó ver, citó en corto, ganó la cara del toro, levantó los brazos y salió andando.
Plaza de Las Ventas
Corrida mixta. Cinco toros de La Laguna y uno, el cuarto, de Jiménez Pasquau: gordos y pobres de cabeza, sin fuerzas y mansos; nobles en la muleta, sobre todo, primero, tercero y sexto. El de Pasquau, muy serio, enmorrilado y mansote. Joaquín Bernadó: Tres pinchazos y estocada (silencio). Pinchazo hondo que el toro escupe, pinchazo hondo perpendicular y bajonazo alevoso (silencio). Marismeño: Siete pinchazos, echándose fuera siempre y ocho descabellos; el presidente le perdona el aviso, tras once minutos y medio de labor (bronca). Dos estocadas bajas y atravesadas y cuatro descabellos (silencio). Paco Aquilar, que confirmó la alternativa: Estocada baja y dos descabellos (vuelta, con algunas protestas). Pinchazo a toro arrancado y estocada caída (oreja).Dos novillos de Juan Man Pérez Tabernero: Terciados y mansos. Maribel Atiénzar: Cuatro pinchazos y estocada baja (palmas, pitos y saludos). Cuatro pinchazos, dos estocadas bajas y cinco descabellos; la presidencia le perdona el aviso, tras doce minutos (silencio).
Aguilar, crecido, empezó la faena con tres emocionantes pases combinados por la espalda de rodillas y en los medios. Siguió en esta posición, para dar seis derechazos en los que corrió la mano con temple. Realizó una faena sobre la derecha con pases de gran calidad, perfectamente ligados entre sí y con el remate hondo del de pecho. Bajaron en cambio de calidad los naturales y volvió a abusar del pico de la muleta. El conjunto, en general, rue vibrante y torero. Bernadó dio unas chicuelinas de su estilo, muy de frente y con las manos muy bajas, en un quite al primer toro de Paco Aguilar, y nada más. En su primero hizo una faena de enfermero por la poca fuerza de la res; labor correcta, pero anodina. Con el cuarto estuvo frío y soso, con su buena técnica de siempre, pero sin cuajar nada.
Gran fracaso de Marismeño. Vulgar con la capa, desperdició la buena embestida del tercero en una labor larga y sin calidad. En el quinto estuvo muy pesado, muletazos amanerados con el pico de la muleta -siempre retrasada-, y en los que aprovechó el lento embestir de otro flojo animal.
Maribel Atiénzar no pudo con el genio incierto de sus dos novillos. Estuvo valiente, animosa y poco más. Inhibida con el capote en sus dos novillos, se limitó a esperar la muleta. Valor si le echó al asunto, pues los novillos no fueron claros y aguantó tornillazos y embestidas descompuestas; pero nunca sometió a los bovinos, que al final del trasteo la pusieron en dificultades.
Babelia
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