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Martín Villa responde personalmente de la administración de las medidas antiterroristas

«Vamos a administrar las medidas antiterroristas, aprobadas por decreto-ley, con exquisito cuidado. De ello tengo yo exclusiva responsabilidad y yo respondo de que en su puesta en práctica no vamos a pasarnos en un selo punto.» Rodolfo Martín Villa, ministro del Interior, llegó ayer a Bilbao casi con el exclusivo encargo de explicar a los responsables de las fuencas de orden público del País Vasco el contenido, alcance y puesta en práctica de las medidas antiterrotistas.

Al ministro, que llegó a la capital vizcaína a bordo de un avión de la Subsecretaría de Aviación Civil, le acompañaban los directores generales de la Guardia Civil, de Seguridad y de Política Interior, así como el general inspector de la Policía Armada y el jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil. En el aeropuerto de Sondica fue recibido por el gobernador civil de Vizcaya y el subdirector general de Seguridad y jefe superior de Policía de Bilbao, José Sainz.Durante toda la mañana el señor Martín Villa estuvo reunido en el Gobierno Civil de Vizcaya con los altos mandos de la Policía Armada, Cuerpo General de Policía y Guardia Civil del País Vasco. Umco tema de la reunión: el terrorismo y las medidas para atajarlo. Posteriormente el ministro visitó en el Ayuntamiento al alcalde de Bilbao, trasladándose después a la Diputación de Vizcaya, donde se entrevistó con su presidente y con el señor Rubial, presidente del Consejo General vasco.

A media tarde celebró una rueda de prensa con los medios informativos del País Vasco, en la que la mayor parte de las preguntas giraron en torno a la aplicación de las medidas antiterroristas, las fuerzas de orden público, el tema Portell, ETA y la legalización de los partidos abertzales.

Medidas para todos

«Las medidas aprobadas han sido puestas en todos los Estados democráticos para facilitar la acción policial contra el terrorismo. La obligación del Gobierno ante la situación creada era propiciar estas normas para la correcta acción policial. Ahora bien, el Gobierno es responsable del uso de las mismas y deberá comparecer periódicamente ante el Congreso y el Senado para dar cuenta de su actuación en este tema.»

Refiriéndose a las diferencias esenciales que existen entre el decreto-ley de medidas antiterroristas y los estados de excepción acordados por los Gobiernos de Franco, el señor Martín Villa dijo: «Estamos en un momento excepcional y hemos tomado, por tanto, medidas excepcionales que no parece sean descabelladas. Pero estas medidas se diferencian de los estados de excepción en que no condenan a una región determinada, sino que afectan a la totalidad del territorio nacional. Afectan sólo a bandas o grupos armados. No van contra los derechos o libertades de las regiones, sino contra quienes atentan contra los derechos y libertades del Estado español o de sas regiones.»

El ministro del Interior recordó que ya en los primeros meses del año 1977 el primer Gobierno de Suárez puse en marcha una especie de mini-estado de excepción a raíz de los secuestros del general Villaescusa y Antonlo Oriol. «Entonces no hubo excesivas restricciones adminsitrativas. Nos preocupa que estas medidas resulten normas tan eficaces copio aquellas.»

Colaboración con otras policías

Reconoció el señor Martín Villa que el problema del terrorismo no puede, sin embargo, resolverse a nivel de poi leía del Estado, sino en colaboración de las policías internacionales; negó que el Gobierno haya tomado, a raíz de la visita a España de Giscard d'Estaing, ningún acuerdo con el francés sobre el tema ETA.

«De cualquier forma, el Gobierno español considera que no es compremsible la concesión de estatuto de refugiados políticos a ciudadanos españoles. El ejercicio de derechos y libertades en Francia no difiere mucho con el de Espana, como reconoció Gis.card; no tiene, pues, sentido que españoles o vascos sean considerados como refugiados políticos.»

Portell no negociaba

Al referirse a los últimos acontecimientos habidos en el País Vasco, y concretamente al tema del asesinato del periodista José María Portell, el ministro del Interior « negó que aquél fuera mediador del Gobierno en la negociación con ETA.

«Todo lo que se ha dicho al respecto es falso. Yo tuve con él una sola conversación hará ahora cinco o seis meses. Hablamos del País Vasco en general, del terrorismo, del tema ETA. He de decir que sobre los planteamientos de la organización hubo bastantes puntos sobre los que no coincidimos en absoluto. Insisto, pues, en afirmar que ni directa ni indirectamente era Portell mediador del Gobierno.

Sobre el papel de las fuerzas de orden público en el País Vasco en el momento presente y tras la aprobación de las medidas antiterroristas, señaló que era deber del Gobierno dotarlas de medios materiales, personales y unas normas para hacer posible su labor contra el terrorismo.

«Ellos están acosados continuamente con el riesgo permanente de su vida. No obstante, he de decir que he encontrado una moral alta en la policía y Guardia Civil. Estoy sorprendido, yo en su lugar tendría la moral baja; ellos, no.»

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